LA ACADEMIA DE MAGIA

CAPÍTULO 01: el último cumpleaños normal.

Sophie:

-¡¡Feliz cumpleaños preciosa!! - Sí, esa que está gritando como una loca es mi madre.

Estoy en mi casa celebrando mi cumpleaños número dieciocho. Este es uno de los mejores días de mi vida, y aunque no me emocione mucho todo esto de los cumpleaños, debo admitir que este es uno de los mejores que han preparado mis padres.

-Muchas gracias a todos - respondo tímidamente a todos los que me están felicitando.

Este es uno de los momentos más incómodos de la vida. Ese momento donde todos te cantan el cumpleaños feliz y te felicitan, pero tú no sabes que hacer.

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-Qué día más agotador -dice mi madre.

La fiesta de cumpleaños ya se ha acabado. Ahora mismo son las 12:30 de la noche, y todos estamos agotados.

-Ni que lo digas -murmuro quitándome los zapatos.

-Bueno hija, creo que ya es hora de descansar. Vete a tu cuarto a dormir que estarás muy cansada y mañana lo que más te conviene es estar sin sueño.

-Ya... Tienes razón mamá -le doy un beso -Nos vemos mañana.

-¿Y para mí no hay nada? -me dice mi padre en un intento fallido de enfado.

Río -claro papi - le doy un beso -Bueno, ahora sí chao.

-Adiós preciosa.

Me dirijo a mi habitación. Mi madre estaba en lo cierto, tengo tanto sueño que podría dormir dos días y no despertar.

Entro a mi habitación y cierro la puerta. Me quito mi vestido, y me pongo el pijama.

Y rápidamente me sumo en un profundo sueño.

**

-¡Sophie cuidado! - me grita una chica de cabello corto.

-Qué? - le pregunto confundida

Inmediatamente sé a lo que se refiere. Un hombre parecido a un gigante por su colosal tamaño arremete contra mí, haciéndome caer al suelo.

-Sophie! -grita un chico rubio, bastante guapo mientras se dirige rápidamente hacia mí -Estás bien?

-Si -respondo - espera... ¿Quién eres tú?

-¿Qué? Sophie soy tú...
*

-Niñaa!! Venga levántate rápido -ese sin duda no era el guapo rubio que estaba antes a mi lado. Qué pena que haya sido un sueño y la que está a mi lado realmente sea mi madre.

-¿Qué pasa mamá? Te das cuenta de la hora que es?

-Hija, son las doce y cuarto.

-Qué!? Enserio? -miro el reloj, y efectivamente es esa hora -Vaya, pues si que he estado tiempo soñando.

-Ay hija, nunca cambiarás - se acuerda de algo -Venga anda, vístete rápido que hay unas cosas que te tenemos que comentar tú padre y yo -asiento

Mi madre sale de mi habitación, y yo me dispongo a hacer lo acordado. Voy hacia mi armario para elegir un conjunto cómodo para estar en casa.

Al final opto por unos jeans gris anchos de chándal y una sudadera.
Cuando estoy lista voy hacia el salón, viendo a mis padres susurrar cosas por lo bajo, hasta que me ven llegar.

-Hija. Ven siéntate aquí - me señala el sofá y me siento.

-¿Qué pasa? -los miro -Me están asustando.