LA ACADEMIA DE MAGIA

CAPÍTULO 05: perdida con el idiota

–¿Queda mucho? -le pregunto a Kilian. Las piernas me piden a gritos que pare de andar y mis pies me duelen demasiado.

Pensaba que solo era entrar al bosque andar un poco coger la pluma y ya está, pero al parecer era todo mucho más complicado.

Llevamos andando  como una hora y media y en mi vida había andado tanto. Puede que él tuviera resistencia pero a mí siempre se me han dado mal los deportes y todo lo que implique hacer algo de esfuerzo.

–Si cierras tu boca y te esfuerzas por hacer algo útil y encontrar esa puta pluma quedaría muy poco pero como no, te jodes y andas.  -sus palabras para nada agradables me enfadan mas de lo que creía.

¿Quién se cree que es para hablarme así? Que se vaya a la mierda él y su pluma. Hasta aquí he llegado.

–Kilian vete a la mierda y busca tú solito tu maldita pluma - me suelto de su mano a la que estaba agarrada para no caerme por todas las ramas y rocas que había en el bosque.

Me doy la vuelta y comienzo a caminar en dirección contraria para encontrar la salida de este bosque.

–¡Sophie ven aquí ahora mismo! -por mucho que Kilian me grite no le voy a hacer caso. Ya estoy harta de sus malos tratos, por lo que camino aún más deprisa.

Él se acerca a pasos rápidos y me coge bruscamente de la mano.

–¿Te piensas que esto es una puta  película batata de fantasía o qué? Porque déjame decirte que estás equivocada. Esto es tan real como tú y como yo desgraciadamente. -No pasó por alto su última palabra que me enfada aún más.

–Claro que sé que esto es real. ¿Te crees que soy tonta? Hace menos de tres días mi vida era completamente normal pero de repente ¡pum! -simuló un golpe con mis manos –todo se va a la mierda y aquí estoy.

–Nadie te ha pedido que vinieras. -admito que sus palabras me duelen más de lo que me gustaría.

–¿Crees que estoy aquí por elección propia? ¿Por gusto? Pues no. Estoy aquí por el bien de mi familia así que si vas a seguir diciendo tonterías me marcho.

Camino aún más rápido para intentar perderle de vista. Cosa que sé que no va a ser nada fácil.

–No vas a saber volver sola. Si no vas conmigo te vas a perder -el tono engreído con el que dice la última frase me da mas fuerza para alejarme más de él.

–¿Crees que te necesito Kilian? -le grito mientras sigo caminando rápido –esto no es una película de princesas donde el caballero rescata a la princesa en apuros. -me giro y veo que ya no me está siguiendo –¡Ponte al día imbécil!

Cuando me giro y le veo mejor me doy cuenta de que está incluso más enfadado que yo. Su cara está roja de la ira y sus manos están blancas de tanto apretarlas.  No dice nada y yo tampoco por lo que me giro y sigo con mi camino.

(****)

¿En qué estaba pensando en adentrarme sola en un bosque más grande que Rusia?

Puede que lo haya hecho simplemente para joder a Kilian pero la verdad es que estoy algo asustada. He visto algunos animales que por más inofensivos que pareciesen debo admitir que me asustaban.

Ha pasado ya media hora desde que he decidido ir por mi camino y dejar solo a Kilian. La verdad es que me arrepiento un poco pero obviamente eso es algo que jamás voy a admitir delante suya.

¿Y si le ha pasado algo?

Esa y mil preguntas similares no paraban de rondar por mi cabeza.

Luego me doy cuenta de que él se conoce este bosque como la Palma de su mano y se me quita la preocupación.

Sabrá arreglárselas él solito.

Un ruido entre los árboles me saca de mis pensamientos. Algo alto y grande se está moviendo detrás de los árboles y de unos arbustos.

Admito que ahora mismo estoy bastante cagada.

Agarro con mi mano derecha una espada que nos habían dado en caso de que ocurriese algo como esto.

El ruido se intensifica y entonces decido que es momento de sacar la espada y estar preparada por si me ataca.

Los arbustos se mueven aún más y entonces alzó la espada preparada para clavársela.

El animal sale, pero no puedo ver que es ya que estoy demasiado concentrada recordando como se clavaba correctamente una espada en el pecho.

–¿¡Pero qué coño te pasa!? -vale, claramente no era un animal. Que yo sepa los animales no hablan y no tienen la voz de...

–¿Kilian? -cuando vuelvo a mí me percato de la situación. Kilian está enfrente mío parando la espada con su mano izquierda. Espada que por cierto le ha hecho un pequeño corte en su Palma.

–Voy a buscarte para ver si estás bien ¿y así es como me lo pagas? -se le nota enfadado pero también con una pizca de humor normal en él.

–Imbécil me habías asustado. ¡Pensaba que eras un animal que me quería atacar! -explico –no es mi culpa.

Él me mira más enfadado aún. El humor que tenia antes ha desaparecido pro completo.

–¿Ah sí? Y de quién es entonces la culpa ¿mía? -se acerca más a mí de forma intimidante por lo que me veo obligada a retroceder unos pasos.

En otras circunstancias su cercanía me pondría nerviosa pero ahora solo me dan gana de empujarlo.

–¡Pues sí! Si no me hubieras hablado así nunca me hubiera ido y no te hubiera clavado la espada en la mano!

–¡Y si tú no te hubieras quejado como las trece veces anteriores yo no te hubiera hablado así! -me apunta con el dedo reprochándomelo.

–¿Así que ahora es mi culpa verdad? Pues que sepas que...-me pone su dedo índice que anteriormente había usado para reprocharme en la boca. Me quedo anonadada y me quedo congelada.

–Cállate -susurra –baja la voz.

–¿Enserio? ¿Ahora me das órdenes? -le miro mal y le aparto su dedo de mi boca –pues no te empiezo hacer caso, ¡Vete a la mierda Kilian! -grito.

–¡Mierda Sophie! -esta vez pone su mano en mi boca -¿es que te tengo que explicar todo? De ja ya tú estupido orgullo y hazme caso, creo que algo nos está siguiendo.

¿Qué?

Mierda ahora me arrepiento.

Y cuando un animal enorme -esta vez sí que lo era -se abalanza contra Kilian me doy cuenta de que esto va completamente enserio.

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