Capitulo 2 (+18)

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Tan pronto como Pablo se distrajo, Marizza aprovechó la oportunidad para dejar la fiesta. 

Durante las próximas dos semanas, estaría fuera. Si lograba salir del edificio sin que nadie se diera cuenta, saldría ilesa de esa incómoda situación. 

No fue por nada que pensó en romper ese papel antes de tirarlo. O querer quemarlo. Pero decidió decirse a sí misma que estaba siendo paranoica. 

Esa mierda estaba en la basura. 

¿Quién podría encontrarlo allí? 

Ciertamente no sería Pablo. 

No era del tipo que pasa por la basura de los demás. Al menos no que ella supiera.

Se irritó y aceleró el paso hasta llegar a su escritorio en un tiempo récord. Era ridículo, esas notas se habían tomado en privado, en una reunión de lo más tediosa.

No podía concentrarse porque Pablo estaba allí, frente a ella, maravilloso como siempre. Así que se ocupó de vigilar la pequeña parte de su muñeca que se veía debajo de los gemelos, la piel blanca con los pelos rubios que hacía juego con el oro del reloj. Ese pedacito de piel expuesta la dejó mojada entre las piernas.

Pablo Bustamante no era un nombre cualquiera. Quizás fue la seductora belleza de su rostro. O su cuerpo alto y en forma. O quizás su impresionante inteligencia y su postura agresiva en la corte. O tal vez el hecho de que trabajaba voluntariamente en un programa de asistencia a mujeres maltratadas ...

Mierda.

Todo lo que sabía era que su reputación entre las mujeres no era aconsejable y ella ya había sufrido demasiado en su vida.

Marizza soltó un gruñido.

Esa maldita lista debería ser una especie de purga terapéutica. No debía tomarse literalmente. Aun así, mientras guardaba algunos documentos en la carpeta, tomó la caja con la foto de Pablo, prohibida para menores, y la guardó también.

-Feliz Navidad para mí- dijo en voz baja.

-Y apenas está comenzando- susurró una voz baja en su oído. Ese delicioso sonido produjo un escalofrío en la parte posterior de su cuello, luego bajó por todo su cuerpo.

Abriendo la boca para protestar, se volvió.

Y pronto se encontró agarrada por un cuerpo tan firme como una roca, que la  besada con deseo.

Marizza fue tomada completamente por sorpresa, y cuando su cerebro registró quién lo estaba haciendo, no quería que se detuviera. 

Su mano se envolvió alrededor de los hombros de Pablo, mientras sus sentidos estaban siendo invadidos por el olor masculino excitado en él.

Vaya, qué delicia

Cachonda y cariñosa al mismo tiempo. Sus labios estaban calientes y el interior de su boca era muy suave. 

Metió las manos dentro de su chaqueta, acercándola más. Cuando bajó un poco para apretar su trasero, ella sintió que un calor se extendía por su piel.

-No- murmuró con su boca presionada contra la de él.

Dejando escapar un gruñido bajo en respuesta. 

Pablo inclinó la cabeza e hizo que el beso fuera aún más profundo. Tiró de ella, haciéndola desequilibrar y arrojando su peso sobre él. Aprovechó la oportunidad para levantarla del suelo y sentarla en la mesa, colocando sus caderas entre sus muslos. 

DESEOS DE NAVIDAD (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora