FINAL

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Pablo acercó su rostro a su hombro sudoroso y dijo: -Háblame, Marizza. Dime lo que estás pensando, para que podamos hacerlo bien. 

Ella se encogió de hombros, desanimada- No sé ni por dónde empezar. 

-Empieza con tu ex marido- sugirió- Háblame de él.

Joaquin es un buen tipo. Es lindo y encantador, y un buen padre. 
Simplemente no pudo mantener su compromiso conmigo. Creo que incluso quiso, pero no pudo. 

-Cariño, no soy como él. Puede que haya esperado toda mi vida a alguien como tú, pero eso no significa que no sepa cómo comprometerme. 

-Cada mes tiene una nueva novia- continuó- Mateo tiene un cuaderno donde su padre anota sus nombres, para que no se confunda. Esto ya ha sucedido y fue un desastre tremendo- ella comenzó a pasar su mano por su cadera- No puedo hacerle esto a mi hijo, Pablo. 

Le acarició la cara- Esto no es lo que estoy pidiendo. Solo te pido que me dejes entrar en tu vida y de forma permanente. Solo quiero poder amarte y estar a tu lado. No te arrepentirás.

Cuando vio el brillo en los ojos azules de Pablo, su corazón se ablandó- Tengo miedo. Y no solo por mi hijo. Por mí también.

-Lo sé. Yo también tengo miedo- la besó en la boca- Me temo que no quieres tener nada que ver conmigo porque no confías en mí.

Las tres noches que pasó sin él habían sido difíciles. Echaba de menos su toque, hacerle el amor, sentirse amada y deseada. Y también la forma en que la hacía reír y la forma en que se veía cuando estaba a su lado- Quiero poder confiar en ti- susurró. 

-¡Y puedes confiar! Solo escucha una cosa, Mari- se apoyó en un codo y la miró directamente- El hecho de que tengas un hijo no significa que tu vida haya terminado. 

-Pero sí significa que mis deseos no son lo primero. No puedo…- cerró los ojos- Tu no entiendes. No fue fácil para Mate. Estaba devastado cuando me separé. Y ni siquiera amaba a Joaquin cuando terminó. 

-Pero me amas- Pablo sostuvo su rostro entre sus manos- Un poco. Al menos lo suficiente para asustarte. Y estoy feliz con eso, porque estoy loco por ti. 

La expresión de su rostro mostraba que sus palabras eran sinceras, que se estaba abriendo por completo. 

-No sé qué decir. 

-Solo di que me vas a dar una oportunidad. Estás acostumbrada a tomar tu vida a tu manera, y seguirá sucediendo. Solo quiero ser alguien con quien puedas contar. Alguien que te abrace cuando estés cansada y te haga el amor cuando no lo estés. Quiero ser la persona con la que te encontrarás todos los días cuando llegues a casa. 

-No puedes dormir aquí, al menos por ahora- le advirtió, sintiendo que necesitaba poner freno a sus ilusiones románticas.

-Podemos estirar la hora del almuerzo.

-Y no podré estar contigo todas las noches. No puedo ser madre y novia todo el tiempo. Mateo solo va a la casa de su padre cada quince días y algunos días festivos. 

-Sé que tu prioridad es tu hijo. Y lo acepto de buena manera. De hecho, me hace amarte aún más. 

Las lágrimas de Marizza seguían cayendo y el nudo en la garganta le dificultaba hablar- Es posible que a Mateo no le gustes de inmediato. 

Pablo la acercó más- Eso también lo sé.

Marizza frunció el ceño- ¿Alguna vez has salido con una mujer que tuvo hijos?

-No. Pero mi amigo Tomás se casó con una mujer que tenía una situación similar a la tuya. Hablé con ella, Pilar, para tratar de entender su punto de vista. 

-¿Ah, sí?- el hecho de que Pablo hablara con sus amigos sobre sus sentimientos por ella la hizo llorar aún más. Ella lo abrazó con fuerza, transmitiéndole silenciosamente toda su gratitud. 

-Me preguntaba qué esperar. Y no habría venido aquí si no hubiera sabido lo que estaba haciendo. No sería justo para ninguno de los dos. 

-Entonces sabes que no será fácil. 

-No quiero que sea fácil, mi amor. Solo estoy pidiendo una oportunidad para hacerte feliz. 

Ya no sabía si reír o llorar, así que hizo ambas cosas- Eres el hombre perfecto para mí- dijo besándolo en la mejilla, lo rodó sobre su espalda y se sentó a horcajadas sobre él- Pasamos todo el año tan cerca, y no pude ver eso. 

-Te amo, Marizza- su sonrisa hizo que su corazón se acelerara. Con un mechón de cabello cayendo sobre su rostro, parecía más joven y más vulnerable. Acostado sobre su edredón con motivos navideños, era el regalo más perfecto que podía desear. 

Ella lo besó en la boca- Hiciste realidad todos mis deseos.

- En serio...- el sonrió- Pero olvidamos uno.

-Ah, ¿Cuál es?- cuando ella entendió de lo que estaba hablando, sonrió- Sí, olvidamos uno 

Lamiendo sus labios, Marizza bajó por su cuerpo hasta llegar al pene de él. 

Pablo cerró los ojos y dejó escapar un suspiro de satisfacción. 

Ese era el punto más satisfactorio para él de la lista de deseos de Marizza

-Feliz Navidad para mí.







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Bueno mi gente bella este es el fin del especial navidad de Pablizza hot espero que les haya gustado

Todos mis cariños y agradecimientos a los lectores de esta y todas las historias que público.

Espero que tengan una linda  NAVIDAD

Besos nos estamos leyendo

¡¡¡¡¡FELIZ, PERO MUY FELIZ NAVIDAD!!!!!

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⏰ Última actualización: Dec 26, 2021 ⏰

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