Capitulo 9

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Le dolía la cabeza y abrió los ojos teniendo que cerrarlos enseguida por la luz del sol. Todavía atontada gimió intentando sentarse, pero tenía las manos atadas. Abrió los ojos para ver que estaba tumbada en una cama, con las muñecas sujetas a los extremos con unas correas de cuero que estaban aseguradas con unos candados. Al mirar hacia abajo, tiró de su tobillo con fuerza haciendo sonar el cuero de la correa que se lo rodeaba. Mierda. Cerró los ojos intentando recuperarse cuando frunció el ceño abriendo los ojos de nuevo para mirar a su alrededor. Los muebles modernos y blancos, las sábanas de algodón egipcio, pero sobre todo el enorme ventanal que mostraba la playa de los Hamptons la hicieron apretar los dientes porque estaba en su casa. No la sorprendió en absoluto que al mirar al frente se encontrara con Sasuke apoyado tranquilamente en el marco de la puerta observándola.

—No me has dejado otra opción.

—Todo ha sido una trampa —dijo con rabia.

—He aprendido de la mejor. —Se acercó lentamente y cogió una silla para sentarse a su lado. —No te enfades, cielito. Lo he hecho por nuestro bien. —Con rabia se revolvió tirando de las correas y él sonrió. —Estas no se abren con un chasquido. Me he asegurado de ello.


—¡Imbécil!

—¿Tienes sed?

—¡Suéltame!

—Eso no va a pasar hasta que hayamos llegado a un acuerdo.

—¿Lo del banco federal también es cosa tuya?

—Tenía que hacer que te llamaran. Siempre me intrigó lo del Starbucks y en una de esas interminables noches sin dormir, se me ocurrió que igual quedabas allí con tu contacto. No fue difícil poner a un hombre día y noche allí para comprobar si aparecías. Un hacker como tú, aunque no tan bueno, hizo lo demás. Ya me imaginaba que no te lo tomarías bien, pero amenazarme con un arma... Cielo, eso no se hace. Tenía el plan B preparado para evitar que te escaparas de nuevo. El taxi que te llevó desde el callejón hasta el hotel, fue el mismo que te ha traído hasta mí. Solo tuve que hacer que salieras del hotel y una simple amenaza te puso en guardia. Por cierto, gracias por el aviso.

—¡Muérete!

—Eso te apenaría muchísimo. Reconócelo. —Alargó la mano y Sakura tembló cuando la metió por debajo del jersey y le acarició el vientre. Parecía fascinado.

No me  vas a dejar /Sasusaku/ AdapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora