«The new girl»

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Cuando atravesó la puerta de la entrada principal se dió cuenta de que la escuela no era tan lúgubre como el pueblo, varios jóvenes de su edad iban de un lado a otro conversando animosamente sin aparente preocupación alguna

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Cuando atravesó la puerta de la entrada principal se dió cuenta de que la escuela no era tan lúgubre como el pueblo, varios jóvenes de su edad iban de un lado a otro conversando animosamente sin aparente preocupación alguna. Sonrió levemente esperanzada y con las expectativas más altas.

Camino en busca de su casillero sintiéndose algo perdida entre la multitud y buscando con la mirada su casillero. Hasta que un altercado a unos metros delante suyo la hizo detener su búsqueda brevemente para observar curiosa lo que pasaba.

-Fuera de mi camino Donelly- Un chico había empujado bruscamente a una chica rubia, la cual cayó al suelo ante la fuerza del empuje, el ver eso simplemente la molesto demasiado pero lo que más le molestó fue ver cómo nadie hacía nada, aquel chico se marchó y todos continuaron con lo suyo dejando a la pobre chica en el suelo recogiendo sus libros.

De inmediato Sarah se acercó a ella y la ayudó, ante su intervención la rubia levantó la mirada y la miro sorprendida con sus hermosos ojos azules algo cristalizados debido a las lágrimas retenidas.

-¿Estas bien?

La rubia solo atino a asentir tímidamente y siguió recogiendo sus libros. Tras terminar la morena le extendió los libros y cuadernos que había recogido y está los recibió.

-Gracias- Susurró por lo bajo, tan bajo que casi la morena no la escucho.

-De nada y no deberías de dejar que te traten así, que molestó ¿Por qué nadie hizo nada?- Preguntó molesta mirando a los adolescentes a su alrededor ajenos a todo aquello.

-Nadie ayudaría a la hija de un asesino, ¿Verdad?- Comentó ella.

Sarah frunció el ceño confundida y sin entender.

-Al parecer eres nueva- Le dijo al tiempo que se incorporaba y Sarah la imitaba para posteriormente extender los libros -Por tú bien es mejor que no estés conmigo sino quieres acabar siendo también marginada- Explicó tomando sus libros.

Tras sus palabras la rubia paso por su lado dejando a Sarah completamente descolocada e intentando procesar sus palabras. La naturaleza de Sarah siempre fue ser una persona amable que ayudaba a los demás, ese era su gran defecto, quería ir detrás de esa chica pero no podía en esos momentos, ya después tendría tiempo para buscarla, independientemente de que fuese la hija de un asesino como ella argumentaba no se merecía ese trato de nadie.

Regresó en si y se dispuso a buscar su casillero encontrándolo a los tres minutos de buscarlo, metió sus cosas y sólo dejó fuera lo necesario para su primera clase. Aún no tocaban la campana pero ella siempre era de las que llegaba con anticipación.

En ese momento todos los estudiantes a su alrededor se detuvieron y miraron en una dirección concreta: la entrada, ella los imitó extrañada sólo para ver a dos chicos avanzar por el pasillo, dos chicos realmente atractivos, altos, de piel pálida y profundos ojos azules. Todos a su paso despejaban el pasillo para que ellos pasarán, no entendía el porque pero ella también lo hizo por instinto, honestamente parecían algo intimidantes, en ese momento su mirada se encontró con la de uno de los dos chicos fue durante breves segundos y aún así logró paralizarla la intensidad de esta, el joven era de cabello castaño y más alto que el otro chico, corto el contacto casi al instante y este siguió su camino como si fuera un ser inalcanzable.

A Strange Boy [Bill Skårsgard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora