A Strange Boy [Bill Skårsgard]

«Change...»

Mihai Russell miró a su hijo menor con seriedad.

—¿No piensas ir a cazar?— Preguntó el hombre a su hijo quien estaba recostado en su cama leyendo un libro y sin ninguna intención de moverse.

—No—Volvió a negar por tercera vez ante la incredulidad de su padre.

—¿Qué es lo que te sucede? Has estado actuando raro últimamente.

—Nada, es sólo que no quiero ir—Dijo volviendo a retomar su lectura, aunque ni siquiera estaba leyendo.

—De acuerdo, supongo que saltarte la caza por una vez no te hará mal pero para la siguiente vendrás ¿Entendido?

El castaño volvió a asentir y el hombre abandonó la habitación dejando a su hijo menor.

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Norman miró a los licántropos delante suyo, al igual que su familia.

—¿Hay algún problema?— Preguntó el patriarca de la familia Russell —Si mal no recuerdo aún faltan unos días para luna llena, ¿no?

—En efecto señor Russell, pero si ustedes mal no recuerdan y desde antes de que llegarán ustedes a este pueblo nosotros protegiamos estás tierras y también a su gente— Habló David Kovacs el actual líder de la manada acompañado de Dominic, Wesh y Anthony Cave.

La mujer Upir soltó una risa burlesca ante el comentario del lobo.

—Hace siglos dejaron de hacerlo cuando la comunidad les dio la espalda y ustedes mismos nos dejaron hacer lo que quisiéramos ¿Por qué el cambió tan repentino por proteger a nuestra comida?— Preguntó la única mujer de la familia Russell.

Eso termino por confirmar las teorías de los lobos, ni Mihai, ni Jenica estaban al tanto de lo que estaban haciendo sus perfectos hijos.

—Recibimos la señal que necesitábamos y por eso a partir de ahora protegeremos a este pueblo de las escorias como ustedes, haremos el trabajo que nos corresponde como los guardianes de este pueblo— Dijo Anthony Cave un hombre de pelo negro ojos claros y complexión delgada.

—¿Una señal?— Preguntó Mihai curioso.

—Si, así que les pido de buena forma que se marchen, sino quieren problemas.

Los ojos de Jenica y Norman se volvieron rojos al instante, las pequeñas venas oscuras aparecieron alrededor de sus ojos y sus dientes se deformaron volviéndose puntiagudos.

De inmediato Wesh, Dominic y Anthony de pusieron en guardia sus ojos brillaron peligrosamente en dorado.

—Este ha sido nuestro territorio de caza, no dejaremos que ustedes perros sarnosos nos echen— Alegó la mujer molesta.

—¿De verdad es necesario llegar a esto Mihai?— Preguntó David Kovacs, el único que permanecía en su lugar con sus ojos azules mirando al patriarca de los Russell, quién también permanecía en su lugar sin cambiar su apariencia ni la expresión tranquila e inescrutable de su rostro —Por lo que veo les falta un miembro y están en clara desventaja, la luna llena se acerca y nuestros poderes son más fuertes.