Morenatsu: Entre dos mundos (Furry/Yaoi) [Remake En Pausa]

CAPÍTULO 9: Fotografiar lo que nos gusta

-¿Quieres que pose para unas fotos, dices?- pregunté a Kounosuke, quien se había presentado en mi casa hace apenas unos minutos.

-¡Sí, creo que los humanos sois muy fotogénicos!- exclamó el tanuki con una sonrisa.

-Oh, pues... Si te vale conmigo, adelante- sonreí, poniéndome las zapatillas, ya que estábamos en la entrada-. Además, estaba bastante aburrido sin hacer nada.

En realidad, estaba tratando de sonsacarle a Nanafuse algo acerca de su pasado, pero al parecer no recuerda nada, solo recuerda los momentos en los que fue fantasma. Con Nanafuse acompañándonos pero sin que Kounosuke lo supiera por obvias razones, salimos fuera de mi casa y empezamos a caminar tranquilamente, bajo un cielo algo nublado pero que agradecíamos ya que tendríamos algo de sombra mientras caminábamos. Sin embargo, no tardamos mucho en llegar, por lo que poca conversación interesante pudimos tener. El lugar que eligió Kounosuke para las fotos fue un pequeño parque.

-¿Qué te parece?- preguntó Kounosuke.

-Es un buen lugar, sin duda- asentí yo, mirando los alrededores.

El parque era una combinación de zonas naturales, como era la zona en la que el bosque empezaba, como de zonas cambiadas por las personas de este mundo, tales como aparatos de diversión para niños pequeños o senderos de tierra con bancos a sus lados. Era curioso: todo el pueblo conectaba muy bien con las zonas naturales de a sus alrededores. Y me estaba gustando de cierta forma esto, estoy cada vez más seguro de que me voy a venir aquí a pasar los próximos veranos.

-De acuerdo- dijo Kounosuke, apuntando a un banco-. Siéntate allí y posa.

-Vale...- suspiré algo nervioso.

Me senté en el banco y... ¿para qué voy a negarlo? Fue horroroso. A cada postura que ponía, estaba siempre tenso y mi cara era de haber comido mucho wasabi y ahora estar arrepintiéndome por dentro. Kounosuke trataba de no comentar mucho, pero con las caras que ponía al mirar su cámara, estaba claro que no le gustaba demasiado el resultado. Cuando terminó con la primera tanda, una media hora después de empezar, se sentó a mi lado para que revisáramos las fotos.

-Hum... Yuki...- comentó nervioso e indeciso el tanuki-. ¿Cómo te lo digo?

-Sé franco, por favor- suspiré mientras me tapaba la cara con las manos.

-Son horribles- suspiró Kounosuke.

-Lo sé- admití yo.

-Las borraré- continuó el tanuki.

-Procede.

-No lo entiendo- comentó Kounosuke, empezando a borrar las fotos-. Siempre pareces tan abierto y natural. Pareces no ocultar nada con tu cara de niño bueno. Pero en estas fotos... ni pareces tú.

-Estoy con él- rio Nanafuse desde detrás del banco-. Yuki, debes relajarte. No eres un profesional ni nada, esto es por diversión.

Necesitaba despejar mi mente de todo ese fracaso fotográfico que había sido la sesión de fotos. Seguramente eso no ganaba demasiados puntos con Kounosuke, de hecho, seguro había perdido unos pocos. Un pequeño maullido a mi lado me llamó la atención. Al girar mi cabeza, vi un gato blanco con un collar rosa y un cascabel. Claro, este no era antropomorfo. Era pequeño, seguramente apenas llegaba al año de edad. Por el collar, era fácil suponer que pertenecía a alguien.

-Hey, pequeño- sonreí yo, acercando una mano para que la oliese-. No tengas miedo.

El gato olisqueó mi mano por unos segundos y se subió al banco, yendo hasta mis rodillas y tumbándose en ellas. Sonreí y empecé a acariciarle, dejando que se durmiera.