CAPÍTULO 2: Minasato

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La alarma suena nuevamente y yo, como cada mañana, tomo el móvil para apagarla. En un principio, salí del cuarto para proceder como un día cualquiera de verano, pero al ver el equipaje que preparé anoche en la entrada de casa recordé que hoy iba a ir a la aldea donde trabajaba mi tío a pasar el verano allí. Una sonrisa se colocó en mi rostro mientras regresaba al cuarto para ponerme la ropa de aquel día. Y como es obvio, al ser verano, lo que me iba a poner eran pantalones cortos y una camisa de manga corta. Una vez estuve vestido, fui a preparar el desayuno y encontré una nota en el frigorífico. Era de mis padres, que se disculpaban por no poder estar en casa para despedirse y que decían que ya me habían preparado el desayuno. Y efectivamente, la sopa de miso, el arroz y el tamagoyaki estaban debajo de un cobertor para prevenir que los insectos. Jeje, no hacía falta que lo hicieran, ambos saben que puedo prepararme el desayuno yo solo. Pero supuse que esta era su forma para pedirme disculpas por no estar en casa, aunque como ya dije es algo por lo que no les puedo culpar. Empecé a tomar el desayuno mientras pensaba si debía preparar algo para el camino o simplemente tomaría alguna cosa del supermercado para comerla de camino tales como unos sándwiches o bolas de arroz rellenas. Cuando pensé acerca de las bolas de arroz, mi mente pensó por un momento que no sería una mala idea hacerlas. Primero comprobé que había arroz suficiente y algunas sobras para rellenar las bolas, a lo cual asentí con satisfacción al descubrir que había algo de pollo asado marinado en salsa de soja que aún estaba por comerse y que había arroz suficiente para hacerme unas cuantas bolas para comer. Empecé a prepararlas cuanto antes y, cuando estuvieron listas y empaquetadas, solo quedaba salir de casa y empezar mi camino a la estación de buses. Fui hasta la entrada, tomé todo mi equipaje y miré por un momento a mi casa:

-Nos vemos cuando termine el verano, casita- reí yo, abriendo la puerta de casa y saliendo de ella, para después cerrarla con llave.

Empecé a bajar las escaleras del edificio hasta que llegué a la calle, siendo golpeado por el calor del verano por todo mi cuerpo. Empecé a caminar con algo de rapidez puesto que no quería ser un joven frito en medio de la calle, yendo lo máximo que podía por lugares con sombra y agitando mi camisa para que no se me pegara al cuerpo por el sudor. La estación de buses no era lo más grande del mundo, pero de ella partían buses a todas partes de Japón. Al entrar, busqué el bus con el cartel a la aldea Minasato. Estuve un buen rato buscando el bus, pues al preguntar a guardias y puestos de información me decían que ese lugar no existía o debía ser una aldea tan pequeña que los buses eran escasos. Finalmente, pude encontrar el dichoso bus en uno de los extremos de la estación. Afuera de él, había un hombre que rondaba los 35 años de edad. De pelo negro y ojos marrones oscuros, portaba un uniforme de conductor de buses ordinario, no había nada fuera de lo normal. Lo único extraño de la situación era que no había nadie más dentro del bus o fuera de este. El hombre me vio y me saludó moviendo su mano y sonriendo.

-Buenas, Yukihira.

-Oh, ¿me conoce?- pregunté extrañado. No me esperaba que el conductor del bus fuera alguien que me llamara por mi nombre.

-Sí, tu tío fue quien me dijo de venir a recogerte- asintió el hombre-. Pensaba que más gente se animaría a venirse a Minasato, es una bonita aldea. Pero parece que nadie más le llama la atención. Así que parece que tú y yo seremos los únicos en el bus.

-Me da algo de pena, es mucho combustible gastado para un único pasajero y el conductor- suspiré. Hay que preocuparse un poco por el planeta a día de hoy, que la cosa no está como para tirar cohetes.

-Oh, no te angusties, es eléctrico- sonrió el hombre, apuntando a una pequeña hendidura que, cuando la abrió, desveló un conector de carga.

-Me siento algo menos culpable, entonces- sonreí yo. No es que fuera lo mejor, ya que para producir esa electricidad se sigue precisando de centrales de carbón o nucleares para producirla, pero pasitos de bebé. También es cierto que cada vez se usan más la energía solar y otras variables menos peligrosas para el medio ambiente, así que supongo que es mejor.

Morenatsu: Entre dos mundos (Furry/Yaoi) [Remake En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora