↓∆••°°Kuan°°••∆↓

∆|°°•Cap.7•°°|∆

Quería reprender a su yo del pasado por maldecirla.

- Kai-guniang, espero que esté disfrutando su estadía aquí. - Jiang FengMian hablo con una sonrisa en su boca y Adarsa trato de devolverla a duras penas.

– Yo– si, El Muelle de Loto es muy hermoso... -

Trato de mantener su voz lo más estable posible, pero en su interior sabía que no podía hacerlo con la mirada puntiaguda de la tercera dama de la secta; párese que solo podrá con frases cortas.

- Como debe de ser... -

Yu ZiYuan murmuró con veneno, pero aún así se escuchó e hizo que la piel de Adarsa se erizara; principalmente por disgusto y los niños a sus lados se encogieran por reflejo.

- Mi señora - Jiang FengMian dijo débilmente.

- ¡Mnm! - La tercera dama lo ignoro.

– «Oh Dios, mátame» -

Y Adarsa quería soltar amargas lágrimas de sangre.

Desde que entró al salón la a mirado con recelo, trato de ignorarlo mientras se presentaba con su nombre completo y luego con la abreviación del mismo, utilizando toda su valentía para mantener la mirada estable.

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- Ya veo, así será mucho más fácil - Jiang FengMian hablo, estado encantado con la sugerencia de su invitada.

– Si...

La invitada en cuestión se tenso incómoda bajo la mirada detrás de la persona de Jiang FengMian, este no parece darle atención a la incomodidad de su invitada o lo ignoraba directamente.

Los tres adolescentes detrás también se removieron incómodos, afortunadamente (ó desafortunadamente) la mirada de la dama de la secta solo se centraba en la chica delante de ella; y no notaba al hijo primogénito de la persona que más odiaba estar a la par de sus propios hijos.

Aún así, Wei WuXian no se arriesgaría y dio un paso para parase detrás de los hermanos Jiang's; que no se dieron cuenta de lo que hacía para hablar y saludar a su padre.

Este pequeño detalle, sin embargo, la extranjera lo noto perfectamente.

Dió una respiración y fijo su vista al frente en un intento para calmarse y no parecer "blanda", este intento se desmonoro cuando su mirada se conecto con la de Madame Yu.

No es que le tuviera miedo, el miedo se sentía diferente a esto; es más bien incomodidad.

Una incomodidad muy fuerte.

Adarsa se congelo momentáneamente, pero una así mantuvo la mirada; los ojos de la Madame Yu delante de ella se entrecerraron por el desafío y la contrario solo mantuvo su silenció con la mirada fija en ella, sus ojos negros y vacíos obsevandola como si la amenazaran con tragársela entera si no tuviera cuidado con sus pasos.

Hubo un tic en los ojos de la adulta.

- Padre, la comida se enfriara si no nos apuramos... - Jiang YanLi hablo cortando la tención del silencio con suave voz.

- Por supuesto A-Li -

Jiang FengMian dio la autorización, para alivió de los cuatro niños.

Aún que ese alivió solo fue momentáneo.

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Ada siguió comiendo bocados pequeños de comida, asegurándose de hacer el menor ruido posible para no llamar la atención.