Mi respiración se vuelve entrecortada, mis lágrimas caen sin control en el silencio de la noche, el ruido de sus paso tambaleantes retumban en mis oídos y es así como me doy cuenta que está ebrio, otra vez.
Cada vez más cerca, escucho la manija de la puerta girar y me abrazo a mi misma esperando el primer golpe rezando para que está sea la última vez.
¿Dónde está Dios ahora? ¿Acaso existe?, Mis plegarias nunca las ha escuchado, ha estado ignorando mi dolor, me ha dejado sola y sin vida en su tierra, ¿Es que acaso cometí un error o un pecado para merecer esto? ¿Dónde está tu Dios ahora que lo necesito y lo llamo entre mi llanto interminable?
-¡¿Que carajos haces despierta, maldita perra?!- su voz llega a mis oídos como el ruido de una tormenta que se aproxima, una tormenta que nunca acaba -Ahora te has vuelto sorda y muda o porque no contestas, ¿Sabes algo? Deberías estar muerta, me arruinaste la vida- entonces, el primer golpe llega, directo a mi mandíbula, y luego el segundo y así sucesivamente.
-Por favor, papá, para ya, no puedo soportarlo- suplico y pido en medio de sollozos, tal parece que no escucha porque los golpes se intensifican.
-¡No soy tu padre!- siempre dices eso, espero que algún momento puedas aceptarlo y amarme como lo hacías antes -sólo eres la hija de la puta que me abandono y te dejo como su fueras una bolsa de basura- lo sé, no soy más que una bolsa de frituras que alguien decidió dejar en algún lugar.
Los golpes van y bien, no me atrevo a suplicar o pedir que pares otra vez, no lo harás, nunca lo haces.
Y después te vas, después de casi lograr matarme, en medio de la noche casi inconsciente escucho dar un portazo y se que mañana volverás, tal vez no ebrio pero tú enojo y rencor por mi seguirá ahí.
No puedo casi moverme, no puedo ver bien y siento la sangre caer y entonces me doy cuenta que voy morir.
Tirada en el piso frío de mi habitación meto mi mano debajo de la cama para encontrar la caja que he guardado con todas las cartas que le escribí al amor de mi vida y entre mis últimos suspiros escribo mis últimas palabras.
Y ahí, en medio de la noche apunto de morir, proclame mi amor por ti.
"Cada gota derramada de mi sangre es un 'te amo' que nunca pudo salir de mis labios para endulzar tus oídos, mi amada Mina"
P. D. No se asusten con el inicio porque aunque esta historia se hizo para llorar no los haré sufrir tanto.
Probablemente haya algunos errores, se aceptan cualquier tipo de comentarios y críticas, los pueden dejar en la caja de sugerencias *procede a sacar un bote de basura*
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El dolor de amar (Minayeon)
Fiksi PenggemarY ahí, en medio de la noche apunto de morir, proclame mi amor por ti: "Cada gota derramada de mi sangre es un 'te amo' que nunca pudo salir de mis labios para endulzar tus oídos, mi amada Mina".