DOS

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Estaba en sexto de primaria, mis padres me habían mandado al psicólogo de la escuela porque mis calificaciones en la escuela iban de siete a cinco, la psicóloga que me habían asignado sentía que no me ayudaba en nada, solo me ponía a unir figuras con otras, colorear dibujos, hablar de nada. A los pocos meses me cambiaron con otro psicólogo llamado Joshua Smith, cuando lo vi sentí cierto aire de confianza, vestía ropa beige con una bufanda de cuadros rojos, zapatos y lentes negros, tenía tez morena y se peinaba hacia arriba. En la primera sesión me dijo que había leído todo mi expediente, los dichosos trabajos que hacía con la otra psicóloga, y sacó mi boleta de mis ultimas calificaciones en la que se podían ver claramente los cinco resaltados en rojo en los dos parciales pasados.

- Creo que piensas que esto es algún tipo de castigo, seguramente le dijiste a tus padres que no necesitabas un psicólogo porque no estas loca -dijo como si pudiera leer mi mente, él me miraba con una seguridad que me hizo sentir un poco de culpa al tener mis calificaciones frente a mi-, el motivo por el que estás aquí es porque tus calificaciones no son lo que probablemente quisieras. Así que dime, te llamas Lily Yaneth Miller, ¿cómo prefieres que te diga?

- Pues todos me dicen Yaneth.

- Quiero saber de ti Yaneth, tengo entendido que con la anterior psicóloga estaban trabajando concentración, pero quiero saber de tu vida -se volteó a los cajones que tenía detrás de él, sacó una hoja blanca y me dio un lápiz y la hoja- aquí quiero que dibujes a tu familia con la que vives y señala quienes son.

Empecé a dibujar con bolitas y palitos a las personas de mi familia, mi papá siempre era el más alto, mi hermana más bajita que yo, siempre me dibujaba con fleco, y luego ponía a mi mamá, todos tomado de la mano, Joshua tomó mi dibujo y dijo que le explicara por qué ponía a mis papás a los lados y a mi hermana y a mí en medio, recuerdo haberle dicho que no sabía el porqué, simplemente lo hacía, luego quería que explicara como era mi relación con ellos.

Le dije que mi papá era como mi todo, pero que no siempre fue así, ya que hubo un tiempo en el que apenas y le hablaba a mi papá, donde las únicas veces donde conectábamos era cuando íbamos de vacaciones, y que lo llegué a odiar por cambiarme de escuela a una de puras mujeres, no fue hasta el viaje por mi cumpleaños número 9 donde nuestra relación padre e hija se fortaleció. Luego con mi mamá dije que siempre me había llevado bien con ella, que siempre me juntaba con ella para ver la saga de Crepúsculo o ver la película de Orgullo y Prejuicio. Con mi hermana Dina llevaba una relación normal, ella tenía 4 años.

- Me podrías decir, ¿qué es lo que une a tu familia?

- Las películas de Harry Potter, prácticamente crecí con esas películas, podría decir que mi mamá es una Ravenclaw, mi papá un Slytherin y mi hermana creo que es una Gryffindor, aunque aún no lo sé.

- ¿Y tú?

- Creo que soy Slytherin -mi voz se notaba insegura.

Yo no comprendía de qué serviría hablar de mi familia o de que casa de Hogwarts creía ser a que mis calificaciones subieran, pero fue bueno hablar de eso con alguien que no me conocía de nada.

Al terminar la sesión regresé a mi salón para continuar con mis clases, salí de la escuela y fui a casa de mis abuelos como siempre hacía, con la diferencia de que me sentía con ánimo de todo, me sentía relajada como si acabaran de hacerme un masaje en el cerebro, me sentía bien.

Tal vez, Algún díaWhere stories live. Discover now