Milagro No Deseado (MPreg) (PAUSADA)

Capitulo 34

-Hola Alec, ¿Cómo has estado? Tantos años desde la última vez que nos vimos- se escuchó del otro lado de la línea.

Esa voz, esa maldita voz que Alec reconoció al instante y provocó que un escalofrío recorriera su cuerpo.
Era la voz de su ex novio, el padre de Victoria.

-¡Maldito hijo de perra! Juro por el amor de Dios que si tu tienes a mi hija yo voy a- dijo el rubio lleno de furia pero no pudo terminar de hablar ya que fue interrumpido por la risa de aquel hombre al otro lado de la línea.

-Hasta yo donde sabía no creías en Dios o en estupideces como esas- dijo en tono divertido- Y por si no lo recuerdas, Victoria también es mi hija, por lo tanto tengo derecho a verla y pasar algo de tiempo con ella.

-¡Tu no eres su padre, jamás estuviste para ella!- grito Alec- ¡Devuelvemela y mas te vale que no la lastimes!

-Tranquilo Alec, estamos cuidando de ella muy bien. Ella se está divirtiendo mucho y tal vez, ni siquiera tenga ganas de volver contigo.

-¿"Estamos"?- preguntó confundido en un tono bajo- Escucha, ya hablé con la policía y ellos-

-Si quieres ver a tu pequeña nuevamente y en una sola pieza será mejor que no le digas nada de esto a la policía. Si le dices a las autoridades lo sabremos, te estamos vigilando- lo interrumpió una voz diferente, una un poco más aguda- Es todo lo que te diremos por ahora. Ella está bien pero si llegas a decirle algo de esto a la policía o a quien sea, recuperarás a tu hija pero en una bolsa de basura- luego de esto la llamada se corto.

Alec simplemente no podía moverse, estaba en shock. Solo reaccionó al sentir sus lágrimas bajar por sus mejillas.

-Alec ¿Qué pasó? ¿Quién era?- dijo Cristian preocupado al ver la reacción del rubio.

-E-era el padre de Victoria- dijo tratando de calmar su respiración- Él y alguien más tienen a Victoria y me amenazaron, dijeron que si- su voz se quebró. El solo hecho pensar en aquella amenaza hacia que su cabeza comenzará a imaginar escenarios dignos de una película de horror.

-¿Qué fue lo que dijeron? No importa, debemos avisarle a la policía que nos llamaron- dijo Cristian levantándose de su asiento.

-¡No!- grito Alec mientras lo detenia- No podemos decirle a la policía, van a lastimar a Victoria si lo hacemos.

-¿Como podrían saber que le avisamos a la policía? ¿Crees que nos vigilan?- preguntó mirando al rubio.

-Dijo que nos vigilan,  no podemos correr ningún riesgo- dijo serio- No quiero que  le hagan daño.

-Hey, tranquilo- dijo Cristian mientras se agachaba y tomaba el rostro de Alec entre sus manos- No van a hacerle daño, vamos a recuperar a nuestra pequeña, aun no se como pero lo haremos- y luego de esas palabras dejo un beso en la frente del rubio para luego acercarse a la ventana y mirar hacia afuera- Yo no veo ningún auto o un indicio de que nos vigilan.

-Aún así no podemos arriesgarnos- dijo abrazándose a si mismo.

Cristian volvió a acercarse al rubio para abrazarlo y hablar en su oido.

-Mañana en el trabajo hablaré con un compañero que es ex policía y le preguntaré que debemos hacer ¿Si?- dijo casi en susurro y Alec solo asintió con su cabeza levemente- Vamos a dormir por ahora- dijo separándose de él.

-Ve tu, subo en unos minutos- dijo y luego de que el pelirrojo subiera las escaleras, Alec se encargó de cerrar con seguro todas las puertas y ventanas.
Luego subió las escaleras pero antes de ir a su habitación paso por la de Victoria.

Abrió la puerta, encendió la luz y sintió una gran tristeza y dolor al ver la cama de la pequeña vacía.
Sus muñecas estaban sentadas en el suelo, tal y como ella las había dejado el día anterior. En la pequeña mesa rosa había un juego de te y algunas hojas y crayones de colores.
Alec giró la mirada hacia un lado y vio el oso favorito de Victoria sentado en una de las pequeñas sillas, el peluche tenía la cabeza mirando hacia abajo como si notara la ausencia de la niña y estuviese triste por ello.

Alec miró toda la habitación nuevamente antes de apagar la luz.

-Vas a volver a casa cariño, no te preocupes.

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¡Hola gente linda! ¿Cómo están?
De verdad lamento la tardanza pero entra la universidad y algunos problemas personales realmente se me dificultó poder escribir.
Aquí les dejo un nuevo capitulo aunque no sea muy largo.
Prometo actualizar en cuanto pueda.
¡Los quiero! ¡Besitos!