Confió en usted, Heichō...
Era el primer pensamiento que tenía antes de levantarse y el último pensamiento que tenía antes de acostarse, eran las palabras que eran su razón de ser todos los días. Con aquellas palabras en su mente, abrió los ojos debido al sol de la mañana que golpeaba ligeramente su rostro, se restregó los ojos con la mano mientras emitía un ligero y se estiraba ligeramente indicando que ya se estaba despertando. Cuando quitó todo rastro de sueño de su persona enfocó mejor su vista en la habitación y su vista se posó en la cama de alado percatándose de que se encontraba vacía.
— Petra ya no está... -soltó en un suspiro.
Se levantó de la cama para poder desvestirse y colocarse su uniforme, una vez que se colocó el uniforme perteneciente al cuerpo militar de exploración se dirigió al baño, se miró en el espejo con seriedad al ver lo desalineada que estaba, así que se lavó el rostro, se lavó los dientes y cepilló su cabello.
Cuando estuvo lista volvió a sentarse en su cama pensando en lo que ha pasado en los últimos meses de su vida, se unió al cuerpo militar en la división de exploración para hacer expediciones de reconocimiento fuera de la muralla y pocos meses después la asignaron al escuadrón del capitán Levi.
—Hey, mocosa — Exclamó alguien desde el piso de abajo.
Y en momentos como este se arrepentía en grande.
Apenas bajó, fue recibida con un puñetazo en la boca del estómago. Se inclinó debido al dolor que le provocó eso, era oficial.
Su relación con Levi definitivamente era la peor.
—¿Esto es limpió para ti? –Su voz era aterradora y su mirada también.
Y se ponía peor.
—¿Hay algo que le moleste, Heichō? –Preguntó sin interés —He limpiado todo lo que pidió, sólo falta el...
La tomó por el cabello y estampó su cara contra el suelo.
Si hablamos de limpieza, es realmente estricto.
— No trapeaste –Reclamó el hombre más bajo.
Para Kuchel ese no parecía un motivo para ponerse así, consideraba que su capitán era un exagerado.
—Decidí dejarlo para luego, debido a que todos pasan por aquí, ensuciándolo de nuevo, señor -Se escusó tratando de convencer al capitán –Cuando los demás hayan terminado sus labores de limpieza, lo haré.
El capitán la soltó del cabello, Kuchel se levantó y se acomodó nuevamente el cabello, Levi la miró de arriba abajo examinándola buscando algo porque regañarla ahora, pero en realidad no encontró nada más para regañarla además de su manera de limpiar.
El hombre pelinegro solo chasqueó la lengua con fastidio.
— Veté a ayudar a Petra –Ordenó al quedarse sin nada más que decir –Es la que más se tarda y entre más se tarde, más te tardarás en limpiar esto.
Kuchel asintió y salió huyendo de ahí, no quería darle tiempo de enojarse por otra cosa. Subió la escalera rápidamente y buscó a su compañera para poder ayudarla.
La encontró en una habitación barriendo. La chica parecía concentrada, pero en realidad ella había escuchado todo lo que pasó abajo.
—¿Ahora qué hiciste, Kuchel? –Regaño la pelirroja apenas la vio entrar.
— Nada malo –dijo en voz baja procurando que no ser escuchada por el capitán –Se enoja por nada.
Ante esa respuesta Petra soltó un suspiro mientras rodaba los ojos en señal del fastidio.
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Lo Que Ordene El Capitán || Levi Ackerman
FanfictionConfió en usted, Heichō... Era el primer pensamiento que tenía antes de levantarse y el último pensamiento que tenía antes de acostarse, eran las palabras que eran su razón de ser todos los días. La vida no es sencilla cuando perteneces a los milita...