5. Baby, it's cold outside

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Domingo, Diciembre 16

Ya no parecía haber acertado.

A Amity le gustaba ir de vacaciones tanto como a cualquiera, sobre todo con su trabajo en el Consejo que la llenaba de estrés. El problema que Luz veía ahora es que todos sus viajes tenían una sola cosa en común: los habían planeado juntas. Todo el proceso de elegir un destino, hotel y los días lo organizaban entre las dos, incluso se atrevería a decir que eso era parte de la diversión.

Sin duda el viaje que había planeado sería del agrado de su novia, pero dejarla fuera del proceso le provocaba malestar. Con eso en mente reflexionar en el itinerario ya no se sentía tan especial. Además, ¿por qué seleccionó una isla caribeña?, ¡Amity se agobiaba con el calor extremo!

¿Y ahora qué? Ya tenía cuatro regalos, ninguno le convencía y a este paso terminaría regalándole calcetines de gatitos, otra mala idea por supuesto. Sin embargo...quizá no lo era tanto. Amity amaba a los gatos, ¿no? Si le regalaba unos, ¿los usaría?

—¿En qué estás pensando? —preguntó Amity confundida. Ambas estaban acurrucadas en el sofá, aún en pijama a pesar de la hora. Se suponía que estaban viendo una película, aunque si a la humana le preguntaban el nombre de esta de seguro no sabría qué responder.

—En calcetines de gatitos —contestó honesta.

—¿Qué? —Amity parecía aún más desconcertada—. ¿Cómo llegaste ahí?

Luz analizó las facciones de la bruja y decidió que no, no habría calcetines. El rostro de Amity no reflejó la emoción que esperaba, así que se encogió de hombros y regresó su atención a la bola de cristal, acurrucándose más contra su pareja que dejó pasar la situación porque no ahondó en lo que dijo, sino que se acomodó más contra ella con un ligero rubor.

Una vez que la Blight volvió a concentrarse en la película, Luz ahogó un suspiro. ¿Por qué consideró eso para empezar? Era oficial, sus ideas solo iban de mal en peor. Lo terrible era que darle vueltas a todo no la iba a llevar a ningún lado.

Por ahora, aún tenía tiempo para encontrar algo. Meditando ello se recargó en el sofá e intentó prestar atención a lo que estaban viendo, casi lográndolo con éxito, excepto cuando su interés cambiaba de la bola de cristal al rostro de su novia y se besaban por unos minutos.

—Amity, deberíamos ponernos en movimiento, Edric y Viney no deberían tardar tanto en llegar —dijo la humana después de que acabó la película. Ambas no parecían querer moverse del sillón.

—¿Sería muy grosero cancelarles?, es que estoy tan cómoda aquí. —La bruja se aferró a su novia en el momento en que esta hizo un esfuerzo mínimo para pararse. Intentó convencerla besándole la mejilla mientras bajaba discretamente a su cuello, pero Luz solo se rió y la apartó ligeramente—. Vamos, estamos tan bien aquí.

—No se te olvide que tú los invitaste.

Amity hizo una mala cara, parecida al berrinche de un niño pequeño. Ella permaneció así un segundo, luciendo cada vez más frustrada. Su cara reflejaba una tristeza tan inmensa que Luz se inclinó para darle un abrazo e incitar a qué se levantara.

—¡Vamos!, dijiste que extrañabas a Edric y yo también no lo he visto, ni a Viney.

—Bien, lo haré —contestó la Blight resignada, aunque divertida—. Eso sí, tengo una condición.

—¿Cuál es? —preguntó Luz animada, siguiéndole el juego.

—Vamos a ducharnos juntas.

Luz vio una doble intención cuando notó su mirada pícara.

Consejos navideños para humanos [Lumity][Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora