El día final había llegado, una semana se había cumplido, y Jeno tenía todo listo para culminar la transformación de Jaemin. Diariamente, se acercaba a él y le hacía una pregunta en específico, cuando la respondiera correctamente sabría que su reto estaba completo.
¿Morirías o vivirías por mi, Jaeminie?
- ¨Claro que no... Sólo quiero que me dejes ir¨ - primer día.
- ¨No lo sé... Dudaría demasiado en ambos casos¨ - segundo día.
- ¨Definitivamente preferiría morir, así al menos dejarías de lastimarme¨ - tercer día.
- ¨Morir es sencillo, por éso elegí vivir por ti, JenJen¨ - quinto día.
- ¨¿Qué piensas que elegiré?, si puedo estar a tu lado, cualquier opción me parece maravillosa¨ - séptimo día.
Con simples frases se notaba el cambio tan radical que había tenido la mente del menor conforme el tiempo que pasaba. ¿Quien no perdería la cordura en su lugar?, Jaemin logró resistir físicamente, más no mentalmente, como era lógico de esperar.
Y éso era justo lo que el ambicioso Vacío deseaba, tenerlo vivo, y completamente loco. Sólo había una cosa más, algo para que finalmente ambos fueran iguales en su totalidad, y poder anunciar el nacimiento de un nuevo dream.
- Conejito, te esperan en el sótano. - sonrío Chenle entrando a la habitación.
- En seguido voy. - correspondió la sonrisa - ¡Ah, por cierto!, hice algo para ti morita. - no tenía mucha imaginación para los apodos, así que decidió que ¨morita¨ le quedaba gracias a su color de cabello y mejillas abultadas.
De su buró sacó un par de brazaletes, Jeno le había comprado un paquete para crear joyería, y lo había usado durante sus momentos de ansiedad para calmarse. Las pulseras eran de color blanco y negro, simulando un diseño de Ying Yang, y en el centro tenían dijes con las iniciales NJ y ZC, el mayor había fabricado brazaletes de la amistad, después de todo, su locura no le había quitado toda la inocencia.
- Ponte ésta. - le extendió la pulsera con sus iniciales - Yo tendré la otra, así llevaremos un pedazo de nosotros a todas partes. - sonrío provocando que sus ojos desaparecieran.
- ¡Que lindas! - se lanzó a abrazarlo - Gracias conejito.
- Tenías razón, sí seríamos mejores amigos. - ambos se miraron con ternura.
No había sido la manera más ética de formar un lazo de amistad, pero ahora su conexión era irrompible por más mal elaborada que estuviera. Chenle era un pilar de estabilidad para Jaemin, sin un amigo allí, probablemente estaría atado con una camisa de fuerza.
⛓️🖤
Jaemin bajó al sótano momentos después, no había nadie allí más que Jeno.
- Hola cachorrito. - envió un beso por el aire - ¿Qué sucede?, no es hora de jugar.
- Sí lo es, hoy el horario se adelantó. - explicó con un sonrojo leve debido a la acción del contrario - Pero, te tengo un par de sorpresas.
- Siempre tan detallista. - se acercó a él y plantó un beso en su mejilla - ¿Cuál es la primera?
- Al fin te daré tu propia arma. - metió la mano por dentro de su chaqueta y reveló una pistola color rosa, con pegatinas de huellas caninas y la firma de Jeno en un costado del cañon - Está cargada, úsala con cuidado bebé.
- ¡Gracias jefe Guau! - se lanzó a sus brazos, llenando de besos su mejilla izquierda - ¡Es preciosa!
- Sabía que te gustaría. - correspondío el contacto pasando sus manos por la estrecha cintura del menor. Jaemin era el único que tenía permitido ponerle apodos sin acabar con la lengua mutilada.
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Dangerous Lovers/Nomin
Teen FictionJaemin era un chico tímido, inocente, con muchos miedos e inseguridades. Él vive en una peligrosa capital, Seúl, en donde hay constantes olas de crímenes. Siempre ha estado protegido por su mejor amigo, Renjun, quien le inspira seguridad al salir a...