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Ercole's POV
Verano, 1967
La brisa cálida que venía directamente del océano golpeaba mi rostro de manera delicada, mientras miraba cada cierto tiempo el reloj que posaba en mi muñeca.
Casi era hora de ir a aquella estación de trenes, recibiendo así a aquella chica para ayudarla con la maleta en el suelo que cada comienzo de verano caía sin cuidado a sus pies.
Al ver la hora acercarse, mis pies comenzaron a traza el rumbo directamente a mi destino, pensando en mil y un cosas mientras los sonidos del mar me acompañaban.
Durante ese tiempo, Giulia y yo hemos hablando a gran escala, el verano anterior en persona, y el resto de las estaciones por medio de cartas y llamadas cortas para saludar.
Creo que al fin pude saldar mi deuda, al fin dejaría atrás aquella sensación de deber, de sentir que aún nones suficiente compensación. Pues al fin ella y yo podíamos comportarnos como buenos amigos, olvidando eventos desafortunados y tan mal recordados, que por suerte ahora se los había llevado la mismísima brisa.
Esa tarde sería la última que levantaría esa maleta, sería la última con aquella sensación de deuda.
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Mi pie golpeteaba contra el suelo, mirando con impaciencia mi reloj, el tren se había retrasado 5 minutos, y eso no era normal, o al menos no que el supiera.
Todos los veranos anteriores el tren que venía de Génova a Portorosso llegaba exactamente a las 11:47 am, ni un minuto más, ni un minuto menos.
Ya eran las 11:52 y nada aún. Comencé ponerme nervioso, ¿y si había ocurrido algo?...
Una sensación de presión se anidio en mi pecho, mientras mi mente creaba historias de un posible casi trágico.
