Capituló 13

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NARRA SUKI

El tiempo pasaba lentamente mientras me encontraba sola en la finca de Rengoku, mientras esperaba el regreso de alguno de los dos mayores seguí con mi rutina de entrenamiento y practicas con mi nuevo estilo de respiración, cosas que al final del día me dejaba extremadamente exhausta.

Ya siendo las nueve de la noche concluí con mi entrenamiento bastante cansada, mas que nada me había pesado mucho todo lo que ocurrió en este día, primero Rengoku nos vio a mi y a Shinobu en... bueno no en condiciones muy buenas, haciendo que se fuera por casi todo el día. Me preguntaba constantemente si es que estaría en enojado conmigo... me cuestionaba si es que hice las cosas de forma correcta.

Tal vez mejor debí haber ignorado mis sentimientos y enterrarlos en lo mas profundo de mi ser y así no hubiera lastimado a nadie... pero yo no seria feliz. Tampoco se me hacia correcto poner la felicidad de los demás antes que la mía, aunque al mismo tiempo no quería que nadie sufriera por mi culpa, personas que ya han sufrido demasiado por culpa de otros... no quería que mi presencia se una causa mas de sufrimiento para esas grandes personas, no quería hacer la situación un problema, pero creo que a veces es inevitable que alguien salga lastimado en estas situaciones.

En fin, decidí mejor no seguir pensando en eso, esto solo causaría atormentarme mas de lo necesario, al final cualquiera me diría que hice lo correcto al seguir mi corazón... aunque no lo sienta así se que pronto todo mejoraría, solo tengo que hablar con Rengoku para aclarar las cosas y poder seguir siendo amigos como siempre.

Comencé a prepararme de cenar al ver que ninguno de los pilares regresaba, a pesar que Rengoku siempre cocinaba si aprendí algo al pasar tanto tiempo con el, estaba muy agradecida por su paciencia al enseñarme. Muchas veces me trataron de enseñar mis hermanas pero al ver que era tan mala se hartaban de mis nulas habilidades para la cocina y me decían que mejor solo cortara las verduras (cosa que tampoco hacía muy bien). Y aun así el siempre fue tanto atento como amable al enseñarme, explicarme él como cocer los alimentos.

Media hora después termine de preparar el soba que me había enseñado a hacer el Pilar de las llamas hace algunas semanas, hice bastante por si Rengoku o Shinobu llegaban con hambre en la madrugada. Me senté a comer completamente sola intentando no pensar mucho en el hecho de no tener a nadie a mi lado.

Ya que era de esas cosas que no sabes el porqué pero te dan miedo o te causan ansiedad de alguna forma, termine mi cena para después dirigirme a mi habitación para así poder finalizar mi día, esperando que cuando despierte en la mañana alguno de los dos mayores haya llegado por fin a la finca y así calmar un poco ese sentimiento de angustia que poco a poco crecía mas en tu interior.

A LA MAÑANA SIGUIENTE

Desperté a la hora de siempre, me levante para ver si es que alguien había llegado pero al parecer nadie llego, todo seguía igual de como lo había dejado a la mañana anterior. Suspire un poco triste mientras veía el solitario lugar donde me encontraba, me preguntaba que estaría haciendo Shinobu en este momento, sacudí mi cabeza para sacarme de esos pensamientos, al final entre mas pensara en ella mas la extrañaría, de verdad que me estaba afectando el pasar tiempo sola. Ya parecía toda una adolescente enamorada contando los segundo para volver a ver a su príncipe azul... bueno en mi caso princesa jaja.

- Debería mejor ponerme a entrenar - me cambie y me puse mi ropa de entrenamiento que el rubio me había dado cuando llegue aquí, cuando estuve lista me dirigí directamente al patio de la casa que también era el lugar donde entrenaba usualmente con el mayor.

 •𝐴𝑚𝑜𝑟 𝑉𝑒𝑛𝑒𝑛𝑜𝑠𝑜• | (𝑺𝒉𝒊𝒏𝒐𝒃𝒖 𝑿 𝑻/𝑵) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora