PORN DRACO | Draco Malfoy

Capítulo cuatro.

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PORN DRACO
𝕺mnisciene.
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El corazón de Melody iba a salirse de su lugar en cualquier segundo. Sus manos sudaron tanto que las deslizó por su ropa, y evitaba su mirada a toda costa.

Lo vio una sola vez, y le pareció suficiente para no hacerlo más. No quería. Se negaba.

En cambio Draco seguía con su vista puesta en ella; recorría sus facciones angustiantes, su cuerpo temeroso y tembloroso como un pequeño ciervo.

Tuvo un instinto de protegerla, pero sería imposible si ella quería que la protegieran de él.

Y le dio tristeza que Melody no tuviera en mismo entusiasmo que él, pero comprendía que estuvo intentando cerrar ese ciclo apenas terminó su año escolar.

Pero Draco jamás lo consiguió, y era por eso que la necesitaba nuevamente en su vida para poder ser lo que nunca pudieron.

—Louis, te voy a pedir que por favor nos dejes a solas —murmuró, dándole una mirada seria.

—Sí señ...

—No —interrumpió Melody, viendo al otro hombre—. Lo que él deba hablar conmigo, será frente a usted.

Draco y Louis se miraron, tratando de llegar a un acuerdo con esta simple acción.

El platinado sólo le indicó que fuera al balcón con un movimiento de cabeza, y obedeció, disculpándose en el camino con la menor.

Melody abrazó su cuerpo, retrocediendo unos pasos mientras se aseguraba de no chocar con nada detrás.

—¿De qué quieres hablar? —alzó el mentón.

Miró de reojo que colgaba su chaqueta de vestir en el perchero junto a la puerta.

Hizo todo con tanta calma que la desesperó.

—Estás muy hermosa, Melody —sonrió, volviendo a su postura anterior—. ¿Cómo estás?

—Eso no importa —gruñó—. ¿Por qué me pediste que viniera a este lugar?

Hizo una expresión de sorpresa. —Yo no lo he hecho. Ni siquiera sé dónde vives, Melody. No sé de ti desde hace mucho tiempo.

—¿Entonces quién escribió una nota con esta dirección?

Se encogió de hombros, luciendo indiferente.

—No lo sé. Pero le agradezco por haberte traído hasta acá.

La chica se ruborizó furiosamente, y se volteó para caminar por el estudio. Su propósito era alejarse, y agradecía que él no le siguiera los pasos.

—Yo no voy a trabajar en este lugar —Susurró, con la esperanza de que escuchara—. Menos en uno donde estás tú.

—Melody...

Giró en su lugar hacia él.

—No, Draco —lo silenció—. Estuve mucho tiempo tratando de olvidar lo que quisimos ser estando en Hogwarts. Fue un maldito error y lo sigue siendo.

—Dices que fue un maldito error, sin embargo, seguías pasando las tardes conmigo en mi oficina.

Se acercó, alzando su dedo para obligarlo a bajar la voz.

Louis seguía estando cerca, y no quería que él se enterara de un casi romance entre una alumna y un profesor.

—Tenía dieciocho años y simplemente me dejaba llevar por el momento... por tus palabras... por ti —dijo entre pausas por la vergüenza—. Y no quiero que eso se repita.