Capítulo 10

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Severus se despertó a la mañana siguiente y miró hacia el otro lado para encontrar a Harry todavía durmiendo, se inclinó con cuidado, besó a Harry en la frente y se levantó lentamente de la cama, poniéndose una bata y abrochándola mientras salía del dormitorio.

Hermione acababa de preparar una taza de café y se dio la vuelta y chilló.

-Vamos señorita Granger, seguro que mi cara no da tanto miedo-.

-Bueno no Severus pero si cuando apareces en mi fuego cuando no te esperaba. ¿Qué pasa?-.

-Harry, desde que volvimos de nuestro fin de semana fuera hace dos días está callado, retraído, no deja de mirarme como si esperara que algo malo ocurra, ¿qué está pasando?-.

Hermione suspiró mientras se sentaba. -Tenían un contrato de seis semanas para tener citas, ver cómo están el uno con el otro, aún no han consumado el vínculo. Harry es inseguro, ha sido herido y utilizado por gente en la que creía que podía confiar-.

-¿Cree que lo dejaré ahora que el contrato de seis semanas ha terminado? ¿No me gusta lo que veo, así que le negaré ser mi compañero?-.

-Sí-.

Severus asintió. -Gracias por decírmelo, señorita Granger-.

-Llámeme Hermione- dijo Hermione, pero era demasiado tarde, Severus se había alejado del fuego.

Una vez que Severus se vistió, salió de la cabaña y se dirigió al banco Gringotts. -Deseo entrar en mi bóveda- le dijo a un duende.

Harry se despertó y al estirarse sintió que no sólo el lado de la cama de Severus estaba vacío, sino que también estaba frío, levantando la cabeza gritó -¿Severus?-.

Al encontrarse con el silencio, Harry se levantó de la cama y, ocupándose de su rutina matutina en el cuarto de baño, se dirigió a pie por la cabaña. -¿Severus?-, volvió a gritar.

-El Maestro Harry se está despertando. ¿Puede Kreacher hacer algo por el Maestro Harry?-

-¿Sabes dónde está Severus?-.

-El Maestro Severus se fue hace un rato después de hablar con alguien vía floo-.

-¿Pudiste captar algo de la conversación?-.

-Kreacher sólo escuchó algo sobre la salida ahora que el contrato de seis semanas ha terminado. Kreacher sólo escuchó un poco, ya que ha estado ocupado haciendo que todo se sienta como en casa. ¿El Maestro Harry querrá desayunar?-.

-No, de repente no tengo hambre, gracias Kreacher-.

Harry no había visto a Severus en todo el día. Le había enviado un patronus, pero lo único que recibió fue que volvería esta tarde, sentado y pensando, primero estaba molesto, luego asustado y preocupado y luego confundido, si Severus lo dejaba, entonces ¿por qué comprar esta casa de campo? Eso sí que era algo a lo que Harry quería dar respuesta.

Kreacher apareció al lado de Harry. -Kreacher lamenta haber hecho esto, pero Kreacher tiene sus órdenes-.

Harry frunció el ceño. -¿Ordenes?-, preguntó antes de que Kreacher lo sujetara y desapareciera con un chasquido.

Harry miró a su alrededor y vio que Kreacher lo había llevado al tejado de la cabaña. -Kreacher, ¿por qué me has subido aquí? Ya está oscuro y podría caerme-.

-Kreacher le ha dicho que traiga al Maestro Harry aquí arriba y que te quedes a vigilar-.

-¿Vigilar qué?-.

En lugar de responder, Kreacher desapareció con un estallido.

Harry miraba a su alrededor y después de unos minutos iba a gritar a Kreacher, pero entonces una figura que entraba en el jardín trasero le llamó la atención, era Severus. Sentado como pudo en el techo, observó a Severus.

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