12- Venus In Furs

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(Punto de vista de Axelle)






Siento punzadas en mi cabeza y dolor en mi trasero, después de haber tenido sexo con Saul y con Anthony, y de no haber dormido más que un par de horas; pero volver a mi casa no es opción, así que esperaré que Jeffrey vaya hoy al río, donde siempre nos encontramos aún sin previo acuerdo...como si el destino quisiera cruzarnos.

Vestida como ramera y ya sin maquillaje, todas las miradas apuntan hacia mi al verme pasar: los hombres porque quieren cogerme, las mujeres porque detestan mi belleza y desfachatez.

Me da risa que sean tan estúpidas, me recuerdan a mi madre: sólo son grandes hipócritas, incapaces de ganarse la vida con su propio esfuerzo, como me la gano yo, satisfaciendo hombres.

Llego al parque que rodea al río y me pregunto si Jeff vendrá hoy. No sé por qué pero necesito verlo, necesito sentir su mirada oscura sobre mi cuerpo, preciso sus aires de grandeza haciéndome reír y su masculinidad haciéndome vibrar de placer.

Nunca he estado con alguien así. Nos parecemos demasiado

Hay niños y adolescentes en este parque. Yo también soy adolescente; pero ya se me ha olvidado. Tanto dolor me hizo madurar y siento que tengo cien años, y no diecisiete

Me siento y miro al río porque siempre amé el agua. Me calma y me hace olvidar al espanto diario

Algunas chicas me miran y se burlan de mi, oigo sus voces susurrando: "puta", "poca cosa", "el padre la violó", "es la que duerme con todos" y otras cosas que me llenan de orgullo: el orgullo de saber que hablan de mí porque mi vida, miserable y todo, es más interesante que la de todas ellas juntas.

Podría golpearlas una por una; pero no merecen ni ese esfuerzo. El día que esté en Nueva York llena de dinero, voy a reírme de estas cobardes que se quedarán acá hasta el día de sus muertes.

-Axelle, hola

La voz de Steven es la de un chico ingenuo y feliz. Dos cosas que yo nunca seré

-Hola. Estoy descansando. ¿Sabes algo de Jeffrey?

-Debe estar haciendo negocios

Sonrío y vuelvo a darme cuenta de cuánto me gusta Jeff. Que su vida sea tan fuera de lo común y tan oscura como la mía, nos une.

Steven se sienta a mi lado y me convida pochoclos. Es divertido y amigable, y me hace reír con sus anécdotas extrañas.

-¿Estuviste con Saul?

-Sí, toda la noche

Steven ríe ante mi respuesta. Está de más explicar qué estuvimos haciendo

-Axelle, no debería meterme pero...sé que Saul está verdaderamente interesado en vos. Sólo te pido que nunca le mientas

Río ante su consejo. No necesito mentir, todo el pueblo sabe que los hombres me cogen a cambio de dinero.

-Él sabe que estoy juntando dinero para irme, Steven. Jamás escondí nada.

Es allí cuando veo a Jeffrey descender de su auto, con ese aire de marginal grandeza, con ese aura de reventado vendedor de drogas que te vuelve loca en la cama.

Y de repente siento una revolución en mi cuerpo: todo lo que quiero lleva su nombre, su actitud, su charme y su comportamiento ilegal

Steven lo divisa y, como un niño pequeño, lo llama

Jeffrey sonríe al verme, sé bien que le gusto tanto como a mi me gusta él.

Es el chico con el que me gustaría huir de este pueblo

Es quien me lleva al paraíso cuando me penetra

Es del único que podría enamorarme, o del que ya me enamoré

No soy más que una chica desgraciada, tan joven como hermosa, que en el fondo ansía lo mismo que todos los demás: encontrar a alguien que pueda amarla

-Hola, hermosa- dice Jeffrey y me besa en la boca delante de todos, con su actitud de ganador y su indiferencia ante el resto.



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