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Shin no se dio cuenta en qué momento se quedó dormida, pero lo próximo que supo fue que su nombre era repetido por Minhyun, antes de ser alumbrada en el oscuro espacio del armario por la luz del pasillo.

—Te encontré— Triunfante, el Oso le mostró una gran sonrisa, entrando un poco en el reducido espacio, para no molestarla mucho con la luz que se filtraba. Lo cual era muy considerado por parte de su revoltoso amigo.

—No entiendo como pude quedarme dormida— Sincera, la pequeña lo empujo para que ambos salieran. Por alguna razón se sentía más calmada, aunque desorientada por el tiempo que estuvo fuera.

—Solo deje de mirarte por un momento y al siguiente, cuando quería comentarte algo ya no estabas— La gatita estaba confundida, no recordaba nada de ver una película, ya que recuerda claramente irse antes de que comenzara. —¿Por qué te fuiste?

—Lo siento, solo quería alejarme de mis hermanos, y no quería tampoco a los adultos metiéndose, solo es peor cuando pasa, sabes— Suspirando con pesar, Shin pensó en cómo escapar de esa reunión sin su familia.

—Ja ¿Sigues soñando? O ¿De dónde sacaste hermanos?, que yo sepa eres la primera y única hija de tus padres— La gatita simuló una risa sin humor, puro sarcasmo seco.

—Ojalá fuera cierto tonto, ya solo volvamos antes de que papá se preocupe— Shin se restregó los ojos tratando de espantar el sueño, seguido por Minhyun que estaba sinceramente confundido. Tal vez la broma era para él.

—Hey niños ¿Qué hacen ustedes afuera? — Taehyung los vio desde la entrada, traía una bandeja con vasitos llenos de helado consigo. —Ya tan jóvenes teniendo amoríos— Shin se sorprendió, pues como Alfa nunca la emparejaban con sus amigos, ni siquiera con Omegas.

—¡Tío Tae, lo ayudó! — Minhyun pasó por su lado sonrojado, sin mirarla y todo. Tomando la bandeja, el joven Oso entro al cuarto oscuro.

—Que caballeroso, algo esperado de nuestro futuro líder— Riéndose de la vergüenza infantil, Taetae se enfocó en ella, alzándola para llevarla adentro. —Vamos gatita, tengo siempre que estar pendiente de ti con todos los Alfas revoloteándote.

—¿Qué, desde cuando es eso? — Shin de repente se fijaba en lo pequeña que se sentía en los brazos del adulto, cuando normalmente les costaba a los demás agarrarla con ambos brazos. También cayó en cuenta muy tarde, que su largo cabello negro, ahora brillaba en el rubio característico de su padre Omega, y esas dos cosas no podían ser de ninguna forma la broma de nadie.

Taehyung la sentó al lado de los mellizos, pero cuando Soobin la saludo, Shin se dio cuenta que tenía afuera pequeñas patitas de Oso, devorando un manjar de miel como Taehyun el menor, cuando ella tenía entendido que era un cambia-forma Caballo, y al Alfa no le gustaba los dulces de ese tipo. Aparte no estaba segura, pero parecían mayores a como los recordaba hace minutos atrás.

Busco desesperada a sus hermanos y padre Alfa, pero no los veía por ninguna parte, ni siquiera tenía su buen olfato para localizarlos por ese medio. Parecía como si fuera una cambia-forma gato por completo, sin ninguna particularidad lobuna. Pero eso era imposible, Shin se convenció que solo estaba soñando.

La gatita cerro los ojos con fuerza, a la par que pellizcaba su antebrazo. —Shin ¿Qué pasa? — Minhyun tomo suavemente su muñeca, para que dejara de lastimarse. Al abrir los ojos, la pequeña vio preocupación y ternura dirigida a ella, lo cual no le gustaba, así no era como su amigo la trataba. —¿Quieres helado? Te guarde de fresa, tu favorito.

—Mmmghh gracias— Tomando el sabor que no le gustaba, no pudo evitar sentirse en una dimensión desconocida. Esa no era ella, porque ella no era rubia, no era una gatita Omega, no era hija única. —¿Dónde está Zelo? — Dirigiéndose hacia el Alfa Osos que se sentó a su lado, pregunto por el mejor amigo de este.

¡Un baño para Purruminie! /Kookmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora