— ¿Bin?— Todos aquí deben llevar un nombre diferente. La persona que trae a un empleado nuevo se ve en la obligación de hacer eso, así que desde ahora eres Bin. ¿Te gusta?
SooBin chasqueó su lengua mientras pegaba su espalda a la puerta, suspiró e introdujo sus manos en los bolsillos del pantalón.
— Entenderé que, en este horrible lugar, le digas a todos que me llamen por otro nombre, pero ni se te ocurra a ti decirme así. Secuestraste a SooBin, Choi SooBin, repítelo. Ese es el nombre del chico cuya vida privaste desde el momento en el que decidiste se volvería mercancía. Ten, al menos, el valor de mirarme a la cara, llamarme por mi nombre y seguir así con tu vida.
Respondió, antes de darse la vuelta para abrir la puerta, pero, apenas su mano tocó el pomo, la voz del rubio lo detuvo.
— Sé que no me crees, pero yo no quería esto.
— Tienes razón, MinHyuk, no te creo.
— Hablo en serio, Choi SooBin. Así como tengo el valor de decir tu nombre, hazlo tú para no huir de nuestra conversación.
— ¿Huir? ¿Huir? — repitió el menor con cierta incredulidad mientras volteaba en dirección al mayor. Sin dudarlo se acercó hasta él y lo tomó del cuello de su camiseta con cierta fuerza. — Créeme, James, si pudiera huir, no solo lo haría de esta conversación. Deja de ser un imbécil, ¿quieres? Me irritas.
MinHyuk sonrió, elevando apenas un poco la comisura derecha de sus labios, antes de posar sus manos sobre las de SooBin.
— ¿Te irrito yo o el hecho de que herí tu orgullo al enamorarte?
— Qué estúpido.
Con frustración, el peli-morado soltó al mayor, se giró para salir, pero, a tan solo un par de pasos, los brazos de MinHyuk rodeando su cintura le impidieron avanzar más. Se removió entre estos en un vago intento por soltarse hasta que el rostro del rubio se apoyó contra su cuello, podía sentir la nariz del rubio contra su piel, aspirando con una profunda calma su aroma, SooBin se mordió su propio labio en un intento de no sollozar en ese mismo momento.
Tenía razón, su orgullo estaba herido, su corazón quebrado, no lo sentía latir y, si no fuera porque todos lo veían, juraría que había muerto.
Solo pudo dejar de forcejear cuando levantó la mirada y se encontró con YeonJun, parado en la puerta, viendo toda la escena, pero lo que lo obligó a detenerse no era solo eso, sino que otra vez estaban esos profundos ojos negros que le provocaban un escalofrío en su cuerpo y hacían que su respiración se cortara.
— Juro que no dejaré que alguien toque uno solo de tus cabellos mientras estés aquí — murmuró MinHyuk. — Solo dame tiempo, pensaré en algo.
Sabía que, si respondía de forma negativa, seguirían así, y siendo sincero, no quería pasar más tiempo con la mirada vacía de YeonJun sobre ellos.
Tal como pensó, MinHyuk lo soltó. Lo que no esperaba es que se pusiera frente a él y lo tomara por los hombros para dejar un corto beso en su frente.
El rubio le dijo que podía retirarse y, posteriormente, regresó a su asiento. Cuando se quitó del frente de SooBin, el menor notó que YeonJun ya no se encontraba ahí, cosa que no sabía si debía aliviarlo o no, pero, con pasos firmes y aún sintiendo su cuerpo helado, salió de esa habitación para dirigirse a la suya.
Lo que vio no le hizo sentir mejor.
Al entrar, pudo ver a Kai sacando una caja debajo de su cama, era de un juego, pero no cualquiera, las enormes letras "OUIJA" resaltaban. Aquello le hizo pegar un grito que asustó a Kai.
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Rubatosis « YeonBin┇SooJun »
Fanfiction"Estaba tan acostumbrado a ver anuncios sobre chicos desaparecidos, que nunca esperó ver uno suyo." YeonJun ha muerto, pero él no sabe cómo ni porqué. Su último recuerdo fue haber despedido a un amigo en la parada de autobús y ahora no puede ir al c...