❛LA HIJA DE QUINTANILLA❜

03

Subí al carro y me asegure de que nadie me estuviera siguiendo, tenía un dolor de cabeza inmenso necesitaba ducharme pero antes tenía que hablar con mi papá don Quintanilla.

(......)

— ¡Hija! ¿Cómo es que estás acá?

— Si papá estoy bien ¡gracias por tu preocupación! —respondi irónicamente—. También gracias por tu ayuda ¡Eh!

— ¿Era cierto? La llamada de bebote era de verdad —dijo sorprendido.

— Si papá el recado que te paso bebote era de verdad, supongo que pensaste que era una trampa por eso no mandaste a nadie.

— eso mismo fue lo que pensé, ¿como que unos de los hombres de Teca intentó ayudarte?.

— No se sus razones tendrá, pero eso no importa debo ducharme y volver al hospital.

— ¿Hospital? ¿Porqué? Te hicieron algo esos hijos de la chingada

— Es una larga historia, pero nos quisieron usar para mulas y a Salvador le explotó un paquete dentro está en urgencias ahora mismo, ¿Podrías avisarle a Manuel? Y prepararme una camioneta blindada para volver.

— ¿Cómo así? ¿Tu también tienes eso dentro? Porqué no te dejaste revisar Verónica, es muy peligroso M'hija.

— Luego pa' tengo prisa.

(......)

Ya me regreso para el hospital, aún seguía teniendo ese dolor de cabeza pero me tome unas pastillas para aguantar, me acompañaron 4 de los hombres de mi papá, Manuel ya estaba allá creo que ya tenía que mandar revisarme porque estoy segura que ese dolor de cabeza no es normal.

— ¡Llegamos patrona!

Cuando abrieron la puerta sentí un dolor muy fuerte en el estómago, y el dolor de cabeza aumento.

— ¡Ayúdame! Necesito bajar rápido —dije y me llevo cargada hasta adentro.

Ahí los médicos me pusieron en una silla de ruedas ya que por el dolor no podía caminar.

— ¿Que te paso? —pregunto Plutarco

— Nada Tío, ¿Cómo está salvador?

— aún no sabemos nada, vos anda tranquila que estamos acá para cualquier cosa. — respondió Aracely

El enfermero me llevo, ahí me recostaron en una camilla me cedaron después de eso no supe nada más, después de 4 horas desperté ya no tenía ese dolor en el estómago, pero igual me sentía adolorida por la cirugía.

Me levanté y no estaba nadie asi que decidí salir de la habitación para buscar a alguien que pueda decirme cómo está chava.

— ¡Vero! M'hija Porqué te levantaste, ven vamos de nuevo a la habitación —dijo Miriam.

— No, yo de acá no me muevo hasta que me digan cómo está salvador, yo estoy bien. No se preocupen.

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— ¿Familiares de Salvador acero? —Pregunto el médico—. Logramos estabilizarlo, pero sufrió de un paro cardíaco por su diabetes todo se complicó.

— ¿Podemos verlo?

— Ahora lo transladaremos a una habitación y luego si los oficiales lo permiten puede pasar de a uno—explico

— Gracias —dijo Aracely

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— Tía yo quiero pasar primero, necesito ver a Salvador siento que todo esto es mi culpa.

— Claro que puedes pasar, pero oime vos no sos culpable de nada toda la culpa la tiene este mal parido del Teca y su odio hacia nosotros.

— Ya vuelvo, ¿Dónde está el Yoyo?

— está abajo vigilando tu papá no confía en estos poligringos...

— Voy a cambiarme y también voy por mi pistola, en el caso de que el teca mandé a sus hombres necesitamos protección.

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Me cambie la bata del hospital y escondí mi arma en mi chaqueta, me dirigí a la habitación de chava. Entre y lo ví ahí tan indefenso y débil el Teca otra vez volvió a jodernos la vida.

— Chavita nunca te Vi así de mal y eso que te conozco desde los siete años, te salve de muchas pero de esta ya no pude ¡Mira! Yo le prometí a tu mamá hace 5 años que nunca te dejaría, éramos solo unos niños y así va a ser el día que yo ya no esté contigo es porque estoy 3 metros bajos tierra.... O porque vos decídiste hacer tu vida lejos de nosotros yo quiero que sepas que yo soy capaz de dar la vida por vos si es necesario—me senté en la silla que estaba a lado de la cama—. Ya dos balas recibí solo por ti ¿Te acuerdas? —rei—. pensé que de esa no me libraba, hasta me despedí de ti, quedé como una pendeja..... Vos me prometiste que no me dejarías no ahora chavita.

De pronto entro Aracely con dos vasos de café y miro con pena.

— Ven acá pequeña —dijo y me abrazo—. Deberías ir a descansar yo me quedo acá con chava, el va a estar bien es fuerte igual que tú.

— tienes razón voy a ir a descansar, nos vemos mañana en la mañana. Aracely el Teca va a volver por nosotros chava y yo no estamos seguros por ahora, abajo en el auto tenemos armas y chalecos Anti-balas.

— Sobrina tu ya sabes que a mí lo de las armas no me van....

— Nuestra seguridad depende de nosotros los hombres del Teca son peligrosos. El Yoyo les traerá todo lo necesario.

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Fui al estacionamiento por las cosas, yo ya tenía puesto el Chaleco bajo mi ropa mi papá dice que no debo salir por ahi sin protección.

— Yoyo anda lleva esto arriba quédate a vijilar bien, estoy seguro que hoy o mañana el indio viene por chava y por mi, pero yo sé cuidarme sola en cambio chava no puede aunque quisiera.

— ¡Como usted órdene patrona!

Subí a la camioneta para volver al rancho pero antes quise ir a ver a Sara a la cárcel.

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— Vero ¿Que haces acá? ¿Le pasó algo a chava? —dijo Sara angustiada.

— No, me imagino que Manuel ya te dijo todo solo eso—trate de tranquilizarla—. No te preocupes por Salvador ya reforzamos toda la seguridad pusimos nuestros hombres.

— ¡Tengo que salir de acá!

— No Sara te tendrán en la mira, acá estás mucho más segura Todo lo que el Teca hizo fue porque está atrás tuyo.

— Por eso debo salir de acá, El teca me quiere a mi y como no lo consiguió está detrás de mi familia, Verónica ayúdame.

— Sara pero yo te voy a sacar de acá pero por lo legal.

— Es que no me entendés

— No la que no entiende sos vos, con todo respeto Sara pero si vos salís de acá por la fuerza te van a perseguir toda tu vida, ya bastante tenemos con el Teca para que te heces a la DEA Encima.

— Tenés razón, pero me muero por ver a Salvador ¡Yo no puedo vivir sin mi hijo! —dijo sollozando—. Ya veré como hago para salir de acá aunque sea para verlo.

— mientras tanto te prometo que no me voy a separar de el ni un solo mínuto, tengo que irme sara te mantendré informada.