❛LA HIJA DE QUINTANILLA❜

05

NARRA VERÓNICA

En la madrugada fui a ver cómo estaba salvador y Manuel me informó que Sara estaba hospitalizada en el mismo lugar, conozco tan bien a Sara que de seguro este fue plan de ella.

— ¡Ey! Doctor ¿Cómo está Sara? —preguntó Manuel.

— aún que nos avisaron de la perdida de sangre sus valores ya están normales..

— ¡Oiga! Doctor ¿y que va a pasar? —pregunto dóriga—. ¿Hay que operarla? ¿Tiene algún órgano dañado?

— es claro que la golpearon con fuerza, por eso tenemos que esperar algunas horas para sacarle rayos-x Por ahora no queremos moverla está muy lastimada.

— Disculpe doctor, ¿Será que yo puedo pasar a verla? Yo soy el marido..

— Si claro..

— ¿En qué habitación está? —pregunta dóriga.

— ¡Dos! —respondió el doctor y se fue Marcelo iba a avanzar cuando Manuel lo detiene.

— ¡Ey, ey, ey! Espérate que dijiste ¿Combo familiar? O que, ¿Vos sabés cuánto tiempo llevo sin estar a solas con ella? Hace 5 años que no estamos solos, sin una reja, sin un guardia ahí cuidandonos ¿Será que puedo estar dos minutos con mi mujer a solas?

— ¡Haber! Caicedo, Sara sigue siendo una reclusa y está bajó mi responsabilidad —cuestionó dóriga

— No, no, no. No me hables de responsabilidad ¡Huevón! Que por tu culpa está en esa mal parida camilla ¡Oíste!

Yo solo escuchaba su pelea sin meterme ni nada, suficiente tengo con chavita para preocuparme por estos dos. Lo único que quiero ahorita es que mi salvador despierte, solo eso quiero.

[Recuerda]

— ¡Oigan! Vengan pa' acá. —llamó mi papá—. ¿Cómo así que se intentaron escapar juntos? ¡Eh! ¿A dónde iban a ir chamacos?

— Quintanilla, le cuento un secreto —dijo chava—. Nos íbamos a escapar para casarnos. Pero los hombres no nos dejaron ¿Verdad Vero? — comentó y yo asentí.

— Si 'apa, ¿Podría decir que nos dejen salir?

— ¡Oigan! Y a ustedes ¿quién les dió permiso para casarse?

— por eso no te lo dijimos 'apa.

El solo ríe —vengan chamacos para adentro, ustedes aún son muy jóvenes, pero en un futuro no dudo que se casen. Por ahora disfruten su niñez....

(......)

Éramos solo unos niños, conozco a chava como la palma de mi mano, lo quiero tanto y me duele verlo haci también siento impotencia por no poder haber hecho nada para que no le hicieran eso.

Me diriji a la habitación de chava, quería quedar con el a pasar la noche. Entre y lo ví ahí en la camilla dormido aún, Me subí a la camilla y me acosté a su lado para después abrazarlo, bueno no es la primera vez que duermo con el.

— ¡Buena noches! Chavita —dije y le di un beso en el cachete, salvador me abrazo más fuerte luego de eso me quedé dormida.

En la mañana me desperté cuando escuché el ruido de la puerta al abrirse, y me baje de la camilla, pude ver qué era Sara y me miró con una sonrisa la cual le devolví.

— Señorita ¿Me puede ayudar a levantarme por favor? —dijo salvador

— no, no, no. Mi hijo no te levántes, quédate acostado necesitás descansar. —le respondió ella y salvador la miro sorprendido.

— ¿Mamá? ¿Mamá eres tú?

— me reconociste por la vos mi hijo — exclamó y se sacó el tapa-bocos que traía —. ¿Te acuerdas de quién soy?

— Pero claro mamá, ¿Cómo no me voy a acordar de la mujer que mas amo en este mundo?

— ¡Hay! Este momento vale mi vida entera.

— ¿Pero como saliste de la cárcel? Mamá ¿Que haces aquí?

— Eso no importa ahorita, mi hijo estamos juntos y estás bien ¿De quién son esos ojitos?

— Mamá yo no soy ninguna mula — niega—. Me quisieron malograr.

— Yo lo sé mi vida, yo sé todo lo que te hizo ese desgraciado del teca.

— El indio, mamá, El indio Amaro.

— Mi amor, El indio está muerto. Yo lo mate ¿Te acuerdas?

— No eso es lo que nos hicieron hacer creer, ¿Verdad Verónica? —yo solo asentí con la cabeza y Sara me miró preocupada—. Ese cabron está vivo, está más asesino que nunca.

Salí de la habitación tenía que ir al rancho de nuevo a papá no le gusta que salga así sin avisar, porque según el me puede necesitar para algunos de sus trabajos.

(.......)

— Quintanilla, espérate no te puedes ir así nada más para Colombia, esa Colombiana no quiere saber nada de ti —dijo Josefina.

— Yo sé lo que hago, pepina me voy a llevar a mis guaruras y otro tres más, mañana temprano estoy de regreso.

— ¿Que van a hacer Manuel? —preguntó Josefina

— Manuel se va a encargar de borrar a nuestro enemigo, en tan solo unas horas mi cartel va a volver a ser lo que era cuando Sara estába libre.

El teléfono de Manuel empieza a sonar y el contesta —. Aló ¿Sara? Si, si mami ya voy saliendo para hacer lo que cuadramos ¿QUÉ? ¿Vos está hablando enserio? Ya mismo salgo para allá— dijo y colgó.

— Está en libertad, le rebocaron la sentencia Sara está libre —comentó feliz y abrazo a mi papá y luego se fué.

— Esa Aracely es una chingona, esa morra se salió con la suya...

— ¡Por fin Sara está libre! No me puedo imaginar lo feliz que va a estar salvador —comenté

— Bueno tengo que irme, Verónica la niña de mis ojos —me tomo de las mejillas—. A ti ni se te ocurra irte con Manuel a el operativo ese ¿Estamos? Porque si te pasa algo yo me muero contigo hija.

— Pero papá yo también quiero ir...

— Verónica, es una orden y cuidadito que la desobedezcas ¡Eh! Tu te me quedas aquí en el rancho.

— está bien 'apa —dije y beso mi frente—. Te quiero mucho papá.

— Yo también mi hija, me cuidas a la pepina y a Felipe ¡Que Malverde me acompañé!