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Erick [el gallo]

La última vez que ví a mi prima fue cuando tenía unos nueve años y cuando la ví no la reconoci. Debo admitir que tiene carácter.

Me metí a bañar para que se me bajara la borrachera, cuándo salí estaba Josefina de espaldas con ropa en la mano.

— ¿Que paso ti'ita? —ella se giró a verme y volteó rápidamente.

— Pensé que estabas en el baño, no debiste dejar la puerta de la recamara abierta.

— Bueno y tú no deberías espantarte al ver a un hombre desnudo pues a tu edad y menos si somos familia —respondí

— Cubrete Porfavor, te traje un poco de ropa que te puede servir...

— Listo, ya puedes voltear y verme a los ojos ahora sí —me burlé

— El café esta listo, tu prima te espera en la sala —dijo con la voz algo pesada y se fue.

[......]

— Hasta que llegas Gallo, tardas mas que una chica en ducharte ¡Es hora! Quintanilla ya mando las coordenadas y mientras más rápido hagamos esto mejor —dijo Verónica.

— Está bien chula, pero creó que será mejor que vos te quedes ¡Eh! Que si te pasa algo va a ser mi culpa y ahí si que tu papá me mata.

— Erick tiene razón —comentó Josefina

— No ni madres, yo también voy y eso no se discute. —tomo su Pistola y la puso en su cintura—. Es hora, ya saben no hay lugar para ningún error, el que se equivoca se muere.

Verónica

Llegamos al rancho y todo salió bien, bueno casi matan a Erick pero me interpuse y recibí yo la bala lo bueno es que te tenía el chaleco "Si un día te olvidas de eso te mueres M'hija" sabías palabras de don Quintanilla.

— Pero mira nada más que es lo que te hicieron —dijo Josefina cuando entramos.

— Cálmate pepina, la pinta es lo de menos cuando sabemos que el Teca Martínez anda rondando por acá ¿Que saben de Manuel y de Sara?

— No deben de tardar fueron a ver al hijo de Sara — respondió Amparó.

— ¿Salvador? ¿Está bien? ¿Le pasó algo?

— No lo sé sara no ha llamado aún nos dijeron también que se libraron del ataque del teca De puro milagro, yo sabía que no era una buena idea ir a atacarlo en su propia casa y mucho menos ir a Colombia con esa mujer.

— Nah pepina después de esto el Teca Martínez no va a descansar hasta beberse nuestra sangre, necesitamos reclutar más hombre pero lo malo es que andamos cortos de Money [dinero]

— Tu tranquilo tío yo tengo gente que me debe favores por algo soy tu mano derecha ¿Que no? Ya luego vemos cómo le pagamos ¡No te preocupes!

— Gracias Erick tenemos que esperar lo pior [peor] y tenér dos cuernos de chivo en cada mano.

— Aún tenemos dinero de la última entrega podemos invertir ese dinero en otro cargamento más grande y ganamos el doblé —sugerí—. Claro si es que los de la DEA no descubre el cargamento.

— Tu siempre pensando en todo, encárgate de todo con tu primo si este Cruze sale bien sabré que podré confiar en ambos ¡Eh!

— Te lo aseguro que no será nuestro sangre la que se derramará sino la de ellos Tío —dijo Erick con firmeza.

— Así es primo —afirmé y el puso su brazo sobre mi hombro—. Ahora sabrán quienes son verdaderamente los Quintanilla.

— Me encanta verlos así juntos, la sangre llama ¿Verdad amparo? —dijo mi papá y ella puso una cara de desagradó—. Espero que siempre estén del mismo lado recuerden son familia y la familia en este business [negocio] es lo primero ¡Eh!

— Bueno voy a llamar a Sara quiero saber cómo está salvador —comenté—. Voy a mi habitación.

— Como que ese tal salvador te tiene muy ocupada ¿No? —se burló Erick

— Cállate no digas pendejadas Gallo.

[Verónica] Sara soy yo Verónica, ¿Cómo está salvador?
[Sara] está sedado, estaba muy agitado, alucinado y delirando.
[Verónica] ¿Cómo así? ¿Que dijeron los médicos? El ya estaba mejor hasta me había dicho que le darían el alta.
[Sara] es por el síndrome de abstinencia, Su cuerpo le está pidiendo drogas pero ya le suministraron antidepresivos para combatir la dependencia.
[Verónica] ¿y cuando más tiempo tiene que quedarse?
[Sara] Ni un minuto más, el yoyo ya fue por unas camionetas vamos a llevarlo al rancho, aquí corre mucho peligro con lo que le hicimos al Teca nos va a atacar de nuevo.
[Verónica] ¿Necesitas algo?
[Sara] No tu tranquila que pronto ya estamos allá
[Verónica] okey, Sara nos vemos.

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— Erick nececito que recuerses la seguridad de todos —dijo Quintanilla.

— Tranquilo, lo que usted mande tío usted sabe que sus palabras son órdenes. Y yo doy la vida por las mujeres de esta casa.

— Bueno pues entonces llévate a tu jefa y a Josefina al búnker —habló con la respiración agitada—. Necesito que hagan tres anillos de seguridad, ese güey es peligroso como el infierno y mi olfato me dice que ese cabron se la va a rifar hoy ¡Ve con Erick! —le ordena a Josefina.

Yo solo observaba un cuadro de una pintura ahí en la sala miéntras pensaba en Salvador algo malo iba a pasar lo sentía, la vida que nos tocó es una mierda la muerte es algo normal para nosotros y siempre tenemos que estar escondiendonos tengo 17 años y ni siquiera puedo ir a una escuela normal porque si me encuentran los de Tijuana me matan.

— ¿Y a tí que te pasa? ¡Eh! Te noto distraída.

— Solo pensaba —hice una pausa—. En la porquería de vida que nos tocó vivir y solo por un apellido ¿No lo ves? Acá estamos sentados esperando a que el enemigo ataque para luego volver a atacar nosotros y así va a ser hasta que todos los acero-Quintanilla desaparezcan o el cartel de Tijuana caiga.

— ¿A qué viene todo ésto? Deberías estar orgullosa de ser una Quintanilla tenés la vida que cualquier chica Quisiera tener, tenés una tarjeta sin límite de gastos, auto del año.

— Estoy orgullosa de ser una Quintanilla y siempre lo estaré pero las cosas materiales no me importan, lo único que quiero es un poco de paz para nuestra familia aunque eso implique matar a todos del cartel de Tijuana y los de Cali.

— ¿Que quieres decir?

— Lo que escuchaste, no voy a descansar hasta verlos uno por uno muertos. Son ellos o nosotros y te prometo que no seremos nosotros.


❛LA HIJA DE QUINTANILLA❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora