¡ once !

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ese día, se cumplía un mes desde que la filmación del programa había comenzando. un mes desde que chan y minho habían comenzado a pasar la mayor parte del tiempo juntos. y aunque al principio había sido difícil, chan se sentía orgulloso de haber logrado domar a la fiera inquieta y estresante que era minho.

— ¿en serio tenemos que hacer esto? —preguntó lee por enésima vez al equipo de producción, sin poder creer lo que le estaban pidiendo.

 — sí, honnie. ya lo dijeron muchas veces.

— honnie nada. —protestó contra chan con una mirada enojada en su rostro. — ¿cómo es que aceptas esto?

— nos están pagando.

— ¡pero es estúpido!

dicho eso, minho se fue caminando enfadado con pasos rápidos su habitación, dejando a chan y todo el equipo de producción varados en el medio de la sala de estar. lee estaba enojado, muy enojado. el cover que hicieron bailando y cantando earned it fue un todo un éxito en las redes y a sus fans internacionales les había encantado la química que se notaba entre ellos. pero si el vídeo había sido tan bueno, ¿por qué tenían que hacer un programa especial con dos muchachas para que los fans piensen que no hay algo entre ellos? de hecho, realmente había algo entre ellos, pero la producción no estaba muy enterada de eso.

estaba golpeando con fuerza los almohadones de su cama cuando oyó como llamaban a su puerta con insistencia.

— me niego a hacer ese programa. —gritó con fuerza, queriendo golpear a cada uno de los productores que querían obligarlo a grabar.

nadie le respondió de vuelta, sino que escuchó como la puerta se abría y luego de unos segundos volvía a cerrarse.

un espacio en la cama junto a él se hundió y, momentos después, sintió el cuerpo de chan aplastarse contra el suyo. apenas perceptibles besos fueron dejados en su nuca y una mano de bang peinó con dulzura su cabello.

— no quiero hacerlo, realmente no quiero.

— lo sé.

— tampoco quiero que vos lo hagas.

chan se detuvo en seco y observó en silencio el perfil de minho; sus ojos estaban cerrados y sus mejillas apretadas contra el colchón, formando así un apetecible pico en sus labios color cereza.

— ¿por qué no?

minho escondió su rostro entre la almohada y chilló agudo, robándose una carcajada dulce del mayor.

— me da vergüenza decirlo, además ya lo sabes.

— ¿de verdad? —preguntó acercándose a la oreja del contrario y mordisqueando el lóbulo con suavidad.

minho suspiró pesado frente a la estimulación, removiéndose ligeramente inquieto debajo del cuerpo contrario. giró un poco su rostro y colocó una mano en la nuca de bang, juntando sus labios en un beso desesperado e intenso. los besos de chan siempre eran bonitos y agradables, siempre los recibía con gusto si así merecía y minho aceptaba esa forma de control que tenía el mayor sobre él.

— ¿por qué no queres que filme el episodio con ese par de chicas, cielo?

minho gimió bajito y nego despacio sin cortar el beso.

— ¿no vas a decirme?

— no.

una mano viajó despacio hasta el cuello de minho, tocando con delicadeza cada parte de su cuerpo por la que debió pasar. lee se estremeció bajo el tacto, sintiéndose al borde del cielo gracias a chan. la mano en su cuello se cerró y apretó la zona con poca fuerza, apenas dificultándole el respirar a minho. el mayor lo miraba fijamente a los ojos, con los labios apretados en una línea y la respiración tranquila.

se acercó a los labios del menor y los trazó con la lengua lenta y tortuosamente.

— ¿vas a decirme?

— no.

— oh, oh. creo que alguien está siendo un nene malo, ¿no te parece, cielo? —canturreó chan, sonriendo maliciosamente.

minho negó moviendo la cabeza lo mucho que la mano de chan se lo permitía.

— yo pienso que sí.

— estoy siendo bueno, chris.

soltó el cuello de minho y llevó la mano hacía la mejilla del menor, acariciándolo con cuidado.

— tan lindo. ¿vas a decirme por qué no queres que haga el vídeo, honnie?

minho lo pensó unos momentos y al final, con ambas manos tomó la nuca de chan y se acercó a su oído, los labios rozando con la oreja del mayor. su voz salió baja y rasposa.

— no quiero que estes con otras chicas chris; solo quiero que estes conmigo.

luego de decir eso, volvió a su posición anterior, soltando el agarre que mantenía sobre bang.

el mayor sonrió luego de obtener lo que quería, lanzándose a los labios de minho como si fueran un oasis en el medio del desierto. lo besó con necesidad y fiereza, pasando sus manos por cada parte del pequeño cuerpo debajo de él. últimamente, sentir a minho se había vuelto una necesidad constante y no podía pasar mucho tiempo lejos de él; y aunque lee aún no lo dejaba dormir junto a él, sabía que en cualquier momento lo haría.

chan se restregó contra el menor, robándose un gemido sorprendido de minho.

— no, no. ahora no.

— ¿no? —preguntó besando el cuello de lee, sonriendo al ver como, sin quererlo, minho cedía a su tacto e inclinaba la cabeza hacía un costado.

— no, están todos los productores acá, no está bien.

— un ratito, cielo.

— ¡bang chan! —gritó enojado minho, provocando que chan se separase rápidamente de él. — te dije que no.

— perdón, yo no...

— ¿no qué? —lo interrumpió nervioso, minho solía alterarse muy rápido y ese momento no sería la excepción. — por favor, no digas nada, chan.

— honnie. —tomó su muñeca cuando el menor comenzó a caminar hacía la puerta y tiró de él, sentándolo en sus piernas. — no te vayas, hablemos.

— no tenemos nada que hablar.

chan suspiró pesadamente, haciendo más fuerza con sus brazos para que minho no pudiera zafarse de él.

— perdón, cielo.

— perdón mis pelotas, bang christopher. te dije que no y sin embargo seguiste haciéndolo. 

— no quería incomodarte, de verdad lo digo. solo que... no sé, no puedo mantenerme alejado de vos.

 — eso es enfermizo, deberías pedir un psicólogo. ahora que ya hablamos, me voy.

chan abrazó con más fuerza a minho y pegó sus cuerpos, escondiendo su rostro en el hueco del cuello del menor. su mentón tembló y sorbió su nariz con fuerza.

— perdón.

— ya lo dijiste.

— lo vuelvo a decir, perdón honnie.

— bien, estás perdonado. ahora quiero irme.

— no, no voy a dejar que te vayas enojado.

minho bufó, y como pudo, se giró sobre las piernas del mayor, quedando con sus rostros enfrentados. lee llevó su mano hasta la frente de chan, y con el dedo del medio, la golpeó con fuerza.

— ¡minho!

el nombrado rió con una fuerte carcajada y abrazó a chan.

— ahora estamos a mano, me hiciste enojar y yo te golpeé. ¿estamos bien?

chan sonrió y asintió pegando sus frentes.

— estamos bien, cielo.

kiss ★ banginho, chanhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora