¡ veinte !

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un mes después, luego de finalizar las promociones de su álbum en conjunto, minho y chan no se encontraban en el auge de su relación, pero hacían lo mejor que podían para, de todas formas, verla crecer. sus agendas en solitario eran apretadas, en especial las de minho, que había decidido sacar un nuevo álbum con la ayuda de hyunjin y seungmin poco tiempo después del que había sacado junto a chan.

a pesar del poco tiempo, del cansancio y la cantidad de trabajo que tenían, el viernes a la noche, minho había aparecido en el departamento de bang con una pizza y dos cervezas.

— traje la cena. —dijo, cuando la puerta fue abierta y chan apareció frente a él con un adormilado rostro.

el mayor sonrió y dejó que minho entrase al departamento, abrazándolo por la espalda cuando el coreano dejó la caja y las latas sobre la mesada. su cabello tenía el mismo aroma de todos los días, y siempre que chan lo decía, minho le repetía que se había comprado un nuevo shampoo de miel.

— hoy te ves muy lindo. —murmuró adormilado contra el cuello del más bajito.

— estoy usando el brillo labial que me robé de tu baño.

chan rió bajito. hacía unas semanas, su cabello había vuelto al negro y lo había cortado como solía tenerlo, y a su vez, minho se había teñido de naranja con el fin de filmar el video de su comeback. chan pensaba que no podía ser tan lindo, que era humanamente imposible verse tan bien. sin el maquillaje, sus ojitos se habían un tanto más pequeños y las imperfecciones en su rostro se notaban con facilidad. pero de todas formas, seguía siendo hermoso.

¿era posible la existencia real de alguien tan precioso como minho?

— encontré una película para ver en netflix. —dijo minho, girándose sobre sus talones y sonriéndole a chan — ¿yo llevo la pizza y vos las cervezas?

chan asintió y tomó lo que lee le había indicado, dirigiendo sus pasos hacia la sala de estar. minho se dejó caer sobre el sillón, tomando el control remoto y poniendo la película que había sugerido. c se acomodó junto a él, pasando un brazo por sus hombros y atrayéndolo a su cuerpo.

— ¿tuviste un día cansador hoy? —preguntó, apoyando su cabeza contra la de lee.

— yo no, pero parece que vos sí. —bromeó — cuando termine la película nos vamos a acostar.

— ¿tan temprano? tenemos que aprovechar que ninguno tiene nada que hacer hoy.

minho soltó una carcajada, eran incontables las veces que habían preferido saltearse sus descansos para estar juntos. chan era quien lo proponía, y a minho le resultaba imposible negarse cuando el australiano lo observaba con besables pucheros y ojos de cachorrito.

— hace mal que no descanses. —comentó minho, acercándose a la mesa para tomar dos porciones de pizza y darle una a su pareja.

— duermo mejor después de gastar mis energías en tus orgasmos, preciosura.

minho rodó los ojos. ¿bang chan no sentía ninguna clase de vergüenza al decir esas cosas? porque él definitivamente lo hacía. decidió ignorar el comentario y enfocar su atención en la película que comenzaba, disfrutando la pizza, la cerveza y las caricias en su hombro hechas por chan.

una hora después, las latas aplastadas y la caja vacía yacían sobre la mesa, mientras minho se restregaba contra los muslos de chan y lo besaba con necesidad. tomaba todo lo que le daba, disfrutando el contacto de sus lenguas y la forma en la que sus suspiros morían en el beso.

si chan quería algo, lo conseguía; y minho lo supo cuando, minutos después, de forma desesperada, se arrodilló frente al mayor y le quitó el cinturón del jean. tiempo más tarde, era su propio pantalón el que abandonaba la escena, y cuando la película termino, también lo hicieron ellos.

sus pechos subían y bajaban con rapidez, y sus labios se unían en un beso lento, recomponiéndose de los recientes orgasmos. aunque no quisiera admitirlo, minho amaba eso de su relación. amaba la facilidad con la que las cosas se desarrollaban y el simple hecho de que nada era forzado. las sonrisas eran sinceras, y cada vez que minho murmuraba agudos te amos entre jadeos dejaba un pedacito de su alma en ellos.

de verdad amaba a bang chan, al rapero que quiso ganarle con un beso.

quizás no había ganado la competencia, quizás no había recibido un premio.

pero con un beso, se había ganado el corazón de lee minho.

— ahora sí estoy cansado. —murmuró lee, abrazándose al cuello del mayor — ¿le llevarías a la cama?

chan sonrió y lo cargó entre brazos, tomándolo de la espalda y las piernas para asegurar que no caería. lo depositó sobre la cama y cubrió su pequeño cuerpo acaramelado con una sábana gris. besó su frente luego de correrle los cabellos húmedos que se habían pegado allí y su corazón se derritió al ver la mirada enamorada de minho posada en él.

— acostate conmigo. —pidió — me gusta ser la cucharita chiquita.

— mi chiquito.

— no soy chiquito.

— pero recién dijiste...

— no, bang. —lo cortó — no es una discusión que puedas ganar.

— te amo, chiquito.

minho bufó por lo bajo.

— también te amo.

chan dejó un beso en el cuello del menor antes de cerrar los ojos. dormir abrazado a lee se sentía tan bien.

hacía tiempo lo sospechaba, pero en ese momento, chan lo confirmó: haber besado a minho en aquella competencia fue lo mejor que pudo haber hecho. 




fin !

kiss ★ banginho, chanhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora