Veinticinco.

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Cerré la puerta detrás de mí, y bajé las escalera con las llabes en las manos. Ahora que me paré a mirar el hotel, era precioso.

Salí del hotel, y me paré a buscar un audi R8 cope en el gran parking. Cuando por fín encontré el coche, habrí la puerta trasera y me estiré para alcanzar el plástico blanco donde estaba la camiseta. De repente noto unas manos en mi trasero. Me giré y mis ojos captaron a un hombre con una gorra al revés y unos ojos azules resaltantes, olía a alcohol.

"Nena, ven conmigo." Dijo soltando su aliento ebrio en mi oído.

"¡¿Qué mierda quieres?!" Grité con varias lágrimas asomándose en mis ojos ahora rojos e irritados.

"¿Tu que crees nena...?" Respondió riéndose.

Era de la misma altura que yo, moreno, con la luz de la farola pude observar mejor su rostro, tendría unos 30 años. Su mano agarró mi muñeca y empezó a estirar de mí.

"SUÉLTAME, DÉJAME." Grité sollozando.

"AYUDA POR FAVOR." Grité lo más fuerte que mis cuerdas vocales me permitieron.

"Mas vale que dejes de gritar bonita..." Respondió tapándome la boca con un trapo sucio.

"Vamos, solo vas a pasarlo bien." Dijo con una sonrisa. "¿O acaso no te gusta el sexo...?" Dijo en mi oído.

Solo con la simple idea de no poder hablar y pedir ayuda me hundió. Mi mente empezó a nublarse, mis ojos se caían, y en mi cabeza retumvaba su agria voz.

"SUÉLTALA GILIPOLLAS. LUNÁTICO SUÉLTALA." Esa voz... Harry.

"ELLA ES MÍA." Volví a oír la voz, creía que era una imaginación mia, hasta que lo ví.

Mis ojos volvieron a abrirse y la esperanza crecía en mi pecho. Aquel hombre me soltó y se retorció al sentir el puñetazo que Harry le había dado en la barriga.

"Ginna, corre, corre, entra en el hotel." Dijo mientras le daba más golpes.

Mi mente no respondía, estaba en el suelo, abrazáda a mis rodillas y con mis ojos llenos de saladas lágrimas. Estaba  completamente en shock.

Mis ojos se abrieron cuando el hombre sacó un objeto plateado brillante acabado en una afilada punta. Aquel cuchillo le dió a Harry y calló al suelo, su camisa acabó tintada por un espeso líquido que salía de su pecho.

"¡NO!" Grité levantándome dándole patadas en la cabeza al hombre hasta dejarlo inconsciente.

"¡Harry!" Dije corriendo hacia él. "Vamos, levántate por favor." Así hizo con mi ayuda, hasta que entramos en el hotel.

"AYÚDENME, ESTÁ HERIDO." Grité.

El recepcionista llegó corriendo.

"¡¿Qué le a pasado?!" Gritó el recepcionista desesperado al ver toda la sangre que derramaba.

"E...Estoy bien." Dijo Harry.

"Voy a pedir ayuda, ahora vuelvo." Dijo el recepcionista.

Al volver, con él venían varias personas de la enfermería del hotel y se llebaron a Harry en una camilla.

Me senté en el sofá de la recepción esperando a que volviesen a traer a Harry, no podía parar de llorar, los peores pensamientos pasaban por mi mente.

Sentía un dolor muy fuerte en el corazón, no quería que le pasase nada grabe.

Después de unos pocos minutos lo ví entrando en recepción. Con una enfermera al lado hablando.

Shadow. (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora