Doce.

69 12 0
                                    

Miré por la ventana, era sábado, bonita mañana, el sol bañando al mundo con su luz, aquel cielo azul deslumbrante, y esos pájaros cantando.

Decidí salir a la parte de arriba de mi casa, la azotea, allí dibujaría. Para mí, no hay nada mejor que comenzar un buen día dibujando, una mañana en la que no te despierta la alarma. Nunca había estado en la azotea, tenía algunas plantas floridas, pero las vistas... Las vistas eran impresionantes, daban al césped de la universidad, a un parque, y al bosque de enfrente, toda la azotea es complétamente descubierta. La principal vista de aquel perfecto lugar, era el cielo azul.

Cogí mi cuaderno, mi lápiz, y dibujé aquel precioso panorama. Se me venía tanta inspiración a la mente... Estaba muy relajada, los rayos acariciaban mi rostro, aquella gran y única estrella que continúa nuestra existencia en este planeta, aquella que daba luz a este mundo, sus intensos rayos eran los que me daban calor aquella temprana mañana de imvierno, pero no muy fría gracias, al sol.

Decidí dejar de dibujar, se me hacía tarde, tenía que comer, aunque tenía muchas ganas de continuar el dibujo. A la tarde lo acabaría. Por ahora tenía dibujada media lámina.

Acabé de almorzar, sobre las 3 de la tarde, luego, sobre las 6 y media de la tarde, decidí salir a pasear. Ash no estaba en casa, era una buena oportunidad para quedarme sola en el apartamento aora, ya que no estaba, pero prefería ir a dar un paseo al parque, en aquel nuevo parque, también hay césped, solo que siempre hay gente y niños correteando de un lado a otro, no puedes estar tan relajada como en la azotea o en el césped de la universidad, pero me ire a el rincón más lejano del parque, apartada.

Salí de casa cerré con llabe, y me fui directa al parque, a despejarme de nuevo, adoraba ese estado de calma. Aunque ya empezaba a anochecer, era invierno, cada vez el sol se escondía más temprano.

Cuando llegé al parque ví a muchos niños corriendo, tal y como lo imaginaba en mi mente,  me senté en el verde césped con la espalda apoyada en el tronco de un alto y grueso árbol. Allí me dejé llebar, el viento acariciaba mi pelo suavemente, estaba en una especie de limbo de relajación, analizando sonidos, por un lado la voz de pequeños niños, por otro lado el viento, las hojas... Amo la naturaleza.

En un banco no muy lejos de mí, había una pareja de enamorados, abrázandose y sintiéndose el uno al otro mediante caricias y besos. Parecía que ya iban a irse.

Reconocería esas dos figuras en cualquier parte, eran Ash y Harry. Soy tonta, se estaban besuqueando en mi cara y yo sin darme cuenta, y encima, ayer Harry me besó AMÍ. ¿De qué va?

Estoy cansada de quedar como una tonta, estoy candada de creer y confiar en Harry, ayer me besó y, ¿hoy a ella? Si quiere engañarme no se saldrá con la suya.

Shadow. (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora