DIEZ AÑOS DESPUES...
-Zel... Zel... es hora de levantarse.-
Zeldris se cubrió con las sabanas en un intento por ignorar la voz de su esposa. Gelda se cruzó de brazos al ver el poco interés de su esposo por despertarse.
-Zeldris, son las diez de la mañana. Al mediodía vendrán tu hermano y sus amigos para ver el partido de futbol que tú los invitaste a ver aquí, así que si no quieres que envíe a Meliodas a despertarte cuando llegue es mejor que levantes tu trasero de la cama ahora. Y tú sabes muy bien como es tu hermano cuando quiere despertar a alguien.-
-Cinco minutos más.-pidió Zeldris.
Gelda suspiro.
-¡Niñas!-exclamo mientras se levantaba del lugar en donde estaba sentada en la cama.
Luego del llamado de su madre, entraron corriendo por la puerta dos pequeñas niñas de cinco años, de cabellos negros y ojos carmesí vistiendo dulcemente con vestidos, uno de color violeta y otro de color naranja, entre risas se subieron sobre la cama matrimonial y comenzaron a saltar sobre su padre.-¡Papa, despierta!-exclamo una.
-Amélie, Celine...-suplico Zeldris intentando cubrirse con las mantas de la cama.
-Los espero abajo.-dijo Gelda saliendo de la habitación y dejando a su esposo con sus hijas.
Las gemelas eran un tornado y terremoto a la vez.
Ya en la cocina se encontró con su hijo mayor de ocho años, Alexander desayunando con tostadas y zumo de naranja mientras que su hijo Cedric, de dos años estaba jugando con su tazón de avena en su silla de bebe.
-¡Alex! ¡Te dije que cuidaras a tu hermano!-exclamo Gelda corriendo hacia su hijo más pequeño para limpiarlo y alimentarlo bien.
-Es lo que hago, cuido de que no le pase nada malo.-dijo Alexander-.nunca dijiste que debía alimentarlo-
-Cuidar de un niño implica alimentarlo, limpiarlo y las demás cosas que sabes muy bien que hay que hacer.-
-Tú fuiste quien se fue.-
-Porque tenía que despertar a tu padre.-
-Es un hombre adulto de treinta y cinco años, el solo se puede levantar. Existen los despertadores.-
-Argh, es imposible contigo.-
Gelda acabo con la discusión con su hijo, preferiría discutir con un poste de luz. Al menos el poste no contestaba, para tener solo ocho años su hijo era muy capaz de mantener discusiones complejas con otras personas, a veces era un dolor de cabeza tratar con él.
Luego de unos quince minutos las gemelas aparecieron jalando a Zeldris por los brazos mientras que este estaba ya vestido con pantalón de jean azul oscuro y camiseta... ¿rosa?-¿Desde cuando tienes esa camiseta rosada?-le pregunto Gelda.
-Era blanca pero alguien no lavo por separado la ropa blanca con la de color.-dijo Zeldris tomando asiento en la mesa y mirando a su hijo mayor.
-Me dijeron que lavará la ropa, no que la clasificara.-
-Jamás te cases.-
-¿Y para que quiero esposa?-
Zeldris se restregó las manos por el rostro ansioso, ¿Qué sería de su hijo cuando su hilo rojo apareciera? Realmente tenía miedo de cuando eso ocurriera.
Desayunaron con tranquilidad, pasaron el resto de la mañana acomodando la casa para las visitas.
Cuando dio las doce y cinco, Meliodas llego con Elizabeth y su hijo acompañado por algunos de sus amigos y los hijos de estos.
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El Hilo Rojo Del Destino [Geldris]
FanficEn un mundo donde el destino le indica a las personas quien es el amor de su vida mediante un hilo rojo que aparece atado en sus meñiques a cierta edad y etapa de sus vidas. Zeldris Demon teme desde hace años, el día en que su hilo rojo aparezca. Ze...