Se suponía que el circo era divertido ¿no?
Se escuchó un fuerte estruendo haciendo que todos pegaramos un salto del susto.
— ¿Qué ha sido eso? —preguntó Arvel.
Miré al cielo que era de donde provenía el ruido y apareció el cronómetro.
— ¡Mierda! ¡Correr, vamos! —les dije a todos y señalé al cielo.
Todos dirigieron su mirada a donde señalé. De los seis, tres se llevaron la mano a la boca y los otros tres abrieron los ojos como platos, una de esas soy yo.
Nos guiamos a la vez y se volvió a escuchar un estruendo mucho más fuerte y la vez apareció la puerta y al lado algo que brillaba, la llave.
Corrimos todos hacia allí sin mirar atrás. Una vez llegamos, Madd agarró la llave y la metió en la cerradura.
— Date prisa que se acaba el tiempo y-
Pegaron un disparo al lado mío y grité dejándome la garganta.
Una vez abierta la puerta, me agarraron y me tiraron hacia dentro. Cerraron la puerta y pude volver a respirar.
Me pasé una mano por el pelo, me giré a todos, me abrí paso y vi lo que era una carpa de circo.
— ¿Circo? ¿Quién me tiene miedo a los payasos? —dijo Evo en forma de burla.
Maddox se acercó a ella y tuvo que bajar la cara ya que era más bajita que él.
— A mí me dan miedo, señora bosque.
— Vete a la mierda Max.
Él la cogió del cuello y se acercó a su oreja.
No se qué le dijo, solo sé que se puso pálida ella y cuando la soltó empezó a toser como una loca.
— ¡Estás loco! —le gritó ella.
— Grita más fuerte hada del bosque.
— Casi me matas, me duele el cuello por tú culpa ahora —le dijo y le pegó en el pecho.
Error porque ahora él la empujó y ella cayó al suelo. Se levantó y él alzó su ceja.
— Ya basta chicos —dijo Juls—. No tenemos cinco años.
— Evolet —le llamó Arvel—. Cuando te ahorque alguien, respira por la nariz o eso hago yo al menos.
¿O eso hace él? ¿Cómo?
Ella solo asintió y Madd le volvió a mirar mal, apretando sus manos y su mandíbula.
Juls y Nett fueron los primeros en no decir nada y caminar a la carpa por el caminito que había. Detrás iban Arvel y Evolet.
— ¿Por qué te molesta que te llamen Max?
— Porque mi madre me llamaba así —me miró y sonrió—. Bueno, si tú me quieres llamar Max, adelante.
— No, no, es como algo ¿simbólico? de tu madre.
— Pero a ella siempre le gustó compartir. Así que si quieres llamarme Max, adelante.
Lo miré y asentí.
— Vayamos más rápido, estamos muy atrás —le avisé.
— A ver reina, es mi miedo, claro que iré lento —dijo y empezó a reírse.
— Cierto. Con más razón, así te lo quitas de encima, así lo vences de una vez ¿no, rey?
Me puse delante suyo y me crucé de brazos, él bajó su mirada a, lo que viene siendo, mi escote y se relamió los labios.
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Miedo ©
Ciencia FicciónCada cinco años se celebra "Miedo". Cada cinco años seis grupos de seis personas se enfrentan a sus miedos. Cada cinco años viene el Rey junto el alcalde a inaugurarlos. Cada cinco años sufrimos los jóvenes de 15 a 18 años, o eso se suponía. Cada ci...