Prólogo

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Reglas... Son la base de todo reino, dado que sino las tienen,  ¿Cómo serían poderosos? O ¿Cómo gobernarían a la clase baja?

Es curioso cómo "evolucionan", el patriarca Fugaku Uchiha durante su reinado, cambió la vida de todos los hombres, puesto que por hora trabajada les otorgaba un salario mínimo; pero para las mujeres no era lo mismo, pues únicamente podían ser mercaderes o dedicarse exclusivamente al hogar.

Lo curioso fue cuando el patriarca Fugaku murió misteriosamente, el pueblo pensó que alguno de sus familiares llegarían al trono, dado que no se sabía nada de sus herederos, grande fue la sorpresa cuando la matriarca Mikoto ascendió, pero todo cambió para la nueva generación, pues por decreto real

Todos los niños de 10 años pasaban por una prueba que dictaminaba si recibirían entrenamiento o serían secundarios...

Pero para las niñas fue lo peor, pues a la edad de 15 años éramos llevadas al castillo y nunca más salíamos, fue desde ahí cuando el pueblo comenzó a temer tener alguna niña, puesto que era incierto el destino que nos aguardaba en el palacio, he aquí donde comienza mi historia.

Me llamo Haruno Sakura, mi mamá Mebuki falleció al darme a luz, creí que mi padre me odiaría por eso, pero no fue así, el me oculto durante 18 años, ¿Cómo se preguntaran?

A resumidas cuentas, fuera de la casa soy Aaskur, un joven que ayuda a su padre el mercader, y si se lo preguntan, si, tuve que pasar la prueba, la cual fue muy extraña a mi parecer, no sabía que en el palacio había tantos lobos... Lo que me lleva a pensar que es lo que le ocurre a las niñas que traen aquí, no puedo creer que la matriarca pueda ser tan cruel con su propio género.

En fin, recuerdo el día de la prueba, mi padre insistió demasiado en que me bañara con pomelo, reconozco que me extrañe demasiado, no era una fruta muy comercial, de hecho nunca escuché a ninguna de las colegas de mi padre llevar algún cargamento de pomelo al castillo, pero si le hice caso.

Al entrar al castillo nos formaban para que un guardia, nos inspeccionara a la distancia, otro tomará notas y finalmente uno se acercara a ¿olernos?, si, en definitiva el castillo y la realeza si que eran extraños; la fila comenzó a avanzar y en cuanto el guardia se me acercó, no dudo ni un segundo en tapar su nariz, fue ¿raro? , creo que si, pero nada se comparó, cuando un miembro de la realeza que pasaba con otro grupo de niños, pasó cerca de mí e inmediatamente huyó a una velocidad increíble, lo cual fue aún más raro.

Recuerdo que después de eso, el guardia se acercó con un pañuelo en su nariz, preguntó y anotó mi nombre, después no se como, alguien pico mi pulgar con una aguja para obtener unas gotas de sangre que calleron en el registro de mi nombre, inmediatamente otro guardia me comento que no podría recibir entrenamiento y debía ser comerciante al lado de mi padre, además de que que me marchará inmediatamente.

Salí de prisa y suspiré, ya que internamente estaba muy aliviada, solo baje la cabeza como recordé que menciono mi padre y me marche antes de que aquel soldado cambiará de opinión.

Al llegar a casa mi padre, lloro de alegría mientras me abrazaba, susurrando - lo logre Mebuki, salve a nuestra hija

Nunca entendí a qué se refería en ese entonces, pero ahora... Creo que he metido la pata...

Was you... (rewrite) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora