|| Los caballeros del Rey || Drakey - BajiToraFuyu ||

𝓐𝓾𝓷 𝓷𝓸

— ¿Draken?

— E-Él...—No espera, no lo digas en ese tono.— Nos escuchó.

Se acabó...

¿En que se supone que estábamos pensando? 

¿Por que rayos creímos que esto sería buena idea? 

— Lo lamento tanto...—¿Que más puedo decirle? no se que hacer. 

Jamás me detuve a pensar en lo que ocurriría si Mikey llegará a escucharnos. 

Kazutora tiene razón.

¿Como pude hablarle como si nada pasara? 

¿Por que siquiera intente justificar mis palabras? 

¿Que clase de amigo soy? 

¿Siquiera puedo considerarme su amigo? 

— L-Lo perdi...—No. No digas eso idiota.

— N-No, sabes como es Mikey hombre.—Mi risa nerviosa era evidente, rayos no.— Seguro mañana estará como si nada.

— Me llamo por mi apellido.—Carajo lo se, no me hagas sentir peor.— Ni siquiera me llamo Draken o por mi...—Mierda deja de hablar.— ¡Incluso me corrigió cuando lo llame por su nombre!

— ¡Draken ya calmante! 

— ¡¿Como rayos voy a calmarme!? 

— ¡Es Mikey! —Grite desesperado.— ¡¿El entendera, si?! 

— ¡Sabes que no es así! —Carajos lo sé, mierda claro que lo se. 

Pero prefiero mentirme a pensar que ese idiota...

— ¿Que voy a hacer sin el...? —Dios Draken, eres tan sentimental cuando se trata de Mikey. 

— Solo busquemoslo, veamos si podemos arreglarlo. —Diablos. 

¿Por que tenias que estar aquí hoy? 

No quería lastimarte. 

Te lo juro.

Yo solo...

— ¡¿Mikey donde rayos estas?! —¿Tora?

— ¡Hermanito!

¿Que? 

— ¿Donde esta Mikey? —Rayos debo dejar de actuar como si nada pasara.— Tora te lo pido, no me veas así. 

— Te veré como se me pegue la maldita gana, Keisuke. —Mierda...

— Emma por favor, necesito hablar con Mikey. 

— Draken perdón pero-

— En tu vida vuelves a estar a solas con el, poste.— Wow. 

— Esto no te incumbe Kazutora. 

— ¿Que no me incumbe? —Tora no hagas ninguna idiotez.— Mejor deja de fingir que te interesa Mikey cuando solo lo ves como un "Juego", ¿Quieres? 

— ¿Juego? —Draken, cállate mierda.— Crei que el que jugaba eras tu, ¿Que no es eso lo haces con Baji y Chifuyu? 

Diablos. 

— ¡Yo no soy como tu pedazo de imbécil! —La ira en los ojos de Kazutora era muy clara, carajo Draken tu y tu bocota.— ¡Más te vale no ver a Mikey como un maldito juego o yo mismo te voy a enseñar como casi mató a Shinichirō-San! —Quise reír, pero no era el momento.— Y cremé que aun tengo la maldita fuerza como para mandarte tres metros bajo tierra...