𝓤𝓷 𝓬𝓾𝓮𝓷𝓽𝓸

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Y como todo buen cuento de hadas, la princesa una vez mas fue rescatada de ese malvado villano que le impedía ser feliz. 

Pero...

¿Quién hubiera dicho que la princesa en realidad un príncipe? o mejor aun, ¿Quién pudo imaginar que la bestia del cuento, también tendría una historia por contar? 

Baji y Draken fueron perdonados.

Ambos después de conocer la verdad de sus acciones, después de aclarar el malentendido que sus palabras provocaron en un corazón dolido, por fin lograron obtener aquel ansiado perdón.

Al final de la historia Mikey y Draken lograron tener ese final feliz con un beso bajo el atardecer que tanto anhelaban.  Aun que el mayor casi moría a manos de dos furiosos reyes y una encantadora princesa.

La bestia del extraño cuento termino siendo un domador conquistando dos corazones, ¿Quién diría que uno de los caballeros del rey y su subcomandante escondían unos fieros felinos bajo esas miradas tan serenas y voraces?

Después de todo, que mejor que dos bestias para proteger al fiel tigre de las deidades.

Y bueno. Al final del cuento, el villano de la historia termino siendo el mismo miedo a decir lo que tu corazón reprimido sentía.

Se puede decir que tanto Draken como Baji no se arrepentían de lo que dijeron aquella noche donde todo comenzó, después de todo, sin esas palabras soltadas aquella madrugada donde el cielo se miraba sin estrellas nada de este momento se volvería realidad. 

Todo arcoíris viene después de una fuerte tormenta.

Esa noche donde las estrellas corearon sus palabas y la luna ilumino las lagrimas del menor de los Sano fue el inicio de su arcoíris.

Por que sin importar cuanto doliera, sin contar las noches en las que ambos se preguntaron si podrían recuperar lo que perdieron.

Sin duda no se arrepentían de nada.

Mikey siempre fue un detonante clave para que sus vidas funcionaran. Si el menor no estuviera en sus vidas seguramente los dos hubieran caído en la monotonía de la sociedad condenándolos a un destino sin color.

— Ken-Chin, ¿Nos vamos ya? —Y ahí estaba de nuevo, aquel ser que robaba los sueños en uno y sacaba risas en el otro.

— ¡Kei apresura!...¡Chifuyu deja mi maldito cuello ya! —Escucharon a lo lejos quejas por parte de ambos y segundos después se deleitaron con el sonido de tres risas diferentes.

— Que cruel eres con tu novio Hane-San~ —Se burlaba el menor afianzando su agarre.

— ¡Baji si no te apuras convenzo a Tora de dejarte en abstinencia! —Volvió a gritar Mikey en un vano intento de ayuda hacia Kazutora.— ¡Ken-Chin apresúrate no se que tanto hacen en esa roca!

Y si.

Se supone que un asesino siempre vuelve a lugar donde realizo su crimen, ¿No?

Ellos eran los asesinos de su pasado, enterraron esos momentos de amargura y sofocante angustia por no poder amar sin miedo a aquellos que provocaban sus suspiros.

En aquel bello parque había ocurrido ese detonante de su cambio.

Ambos se encontraban sentados en la misma roca donde compartieron sus frustraciones noches donde sus corazones estaban confundidos.

Ahora.

Meses después de esa roca contemplara la lucha interna de dos caballeros por el perdón de su rey y fuel bestia por fin podían volver a aquel lugar sin remordimiento alguno.

Lograron escuchar no muy lejos unas cuantas risas, seguramente Chifuyu y Mikey estaban tonteando por ahí mientras Kazutora solo reía por lo tontos que podían ser.

Sin duda el camino no fue fácil.

Muchos obstáculos al rededor de la carrera.

Demasiadas piedras que esquivar y una carretera muy larga que recorrer.

Pero sin duda valió la pena.

Ser parte de la Vida de Manjiro Sano era un juego interminable de ajedrez. Juego donde siempre se debían mover sin titubear ya que su rey avanzaba con seguridad entre cada espacio del tablero, no dudaba, no fallaba.

Mikey sabia jugar hábilmente entre la vida como si siempre hubiera portado la corona sobre su cabeza y sus hermanos, bueno de ellos que se podía decir.

Ambos reyes y princesa protegiendo con sus vidas a su adorado ángel que sin dudar entregaba hasta su misma estabilidad por ellos.

Sin dudas su rey era el mas valiosos de la trilogía de deidades, y muy a pesar de existir una corona de delicados lirios, aquella diara de cristal era mucho mas hermosa que esas flores.

Sin duda si había algo de lo que jamás se arrepentirían era servirle a ese rey.

No pudieron correr con mas suerte que terminar del bando del reino del cielo, por que sin duda la ToMan no era solo una pandilla, era una familia repleta de cariño y aprecio a pesar de servir como una orden para liberarte de la sociedad aburrida.

Sin duda volverían a escoger al mismo reyes si les pidieran elegir.

Por que al final de la historia, ellos siempre son y serán...

Los caballeros del rey.

|| Los caballeros del Rey || Drakey - BajiToraFuyu ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora