𝓒𝓪𝓻𝓲𝓬𝓲𝓪𝓼

1.3K 147 17
                                    

— Ken-Chin...

¿Cuánto mas deben callar sus corazones para poder rendirse ante aquel amor?

— Eres tan hermoso.

¿Por cuanto tiempo deben asfixiarse en aquel sofocante silencio?

¿Por que no solo gritan frente al otro, todo aquello que su tacto les provoca?

Fue apenas segundo atrás, cuando sus labios se tocaron por primera vez.

Y justo en ese momento algo hizo clic.

"Volar sin soñar"

Sin duda aquella frase se volvía realidad con la persona correcta.

Ya no debían sentirse mal por errores del pasado, podían amarse sin miedo a herirse y si alguna vez si lastimaban, esta vez lo dirían de frente. 

Mikey anhelaba el toque del mayor y Draken esperaba impaciente la aprobación para brindarle todo el amor que por años callo. 

¿Qué importa lo que el mundo dirá?

Ellos se aman y eso era suficiente.

— Eres tan cruel Ken-Chin...—La voz de Mikey seguía sonando suave.

Poco importaba que una hora atrás ambos confesaran aquel pecado que para algunos es amarse, ninguno sabia como catalogar este nuevo inicio que con sus palabras marcaron pero para ellos sentirse como se sentían ahora era mas que suficiente.

Lo único que ellos entendían en ese momento era que sus bocas se sentían demasiado bien juntas y ninguno tenia complejo de mentiroso como para decir lo contrario. 

— Y tu eres tan dulce. —Pocas veces eran las ocasiones donde Ken se permitía actuar así, tan apaciguado y tranquilo. 

Solo Mikey tenia aquel privilegio de verlo así.

Por primera vez en los años de conocerse, Draken logro admirar la mirada de Mikey cubierta de brillo e ilusión, y el no recuerda sentirse tan feliz desde el día en el que sus miradas se encontraron por primera vez en aquella calle.

Siempre dicen que cuando una mirada esta apagada se debe a que el corazón de esa persona esta destruido, tan roto y maltratado que apago las luces de un alma fundiéndola en la oscuridad y provocando la muerte de aquel brillo que con los años se extingue.

Contemplo ese vacío por primera vez cuando conoció a Mikey. 

Noto de inmediato que a diferencia de Emma y Shinichirō, este poseía una mirada sin vida y sonrisas apagadas, manteniendo siempre ese estado de automático cuando sus hermanos no estaban presentes y fingiendo como todo un maestro cuando sentía los iris de aquellos que quería.

La siguiente vez que presencio ese dolor, fue cuando conoció a Izana Kurokawa.

El joven de melena blanquecina tenia cierto encanto natural al igual que el rubio menor, ambos poseían una fuerza y convicción imbatible, compartiendo con el chico aquella mortal fuerza en sus piernas que derrumbaban montañas. Fuerza y coraje ante el protegido de las llama y el hijo del cielo. 

Aunque es curioso, Draken siempre puede notar un fino destello de luz que aparece cada que Kakucho estaba cerca.

— Yo eh Izana-Ni ¿Parecidos? —Pregunto con duda el menor mientras se recostaba en su pecho. 

Decidieron dejar atrás aquella platica que sin duda movió sus corazones y reposar tranquilamente en la cama del menor para pasar el resto de la noche juntos. 

|| Los caballeros del Rey || Drakey - BajiToraFuyu ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora