El Último Llanto (Cassunzel)

1. Especial de Navidad

(Esto no tiene mucha relación con lo canónico, pero contiene pocos y sutiles spoilers☡)
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Ambas chicas se encontraban en una taberna donde sus amigos los rufianes les ofrecían bebidas y charlaban animadamente con ellas, en el tiempo de fiestas usualmente todo el ambiente era muy alegre y entusiasta ya que todos se consideraban como una gran familia de la que Rapunzel y Cassandra ahora formaban.

-Hey chicas. ¿Qué tal todo?- saludó mano de garfio mientras se sentaba a un lado de ellas.-¿Díganme han pensado en tener hijos?

Ese comentario tomo por sorpresa a ambas, Cassandra escupiendo su bebida mientras Rapunzel se ponía roja por la pregunta. Mano de garfio solo se río ante la clara vergüenza de el par de chicas que ya se habían presentado publicamente como pareja hace unos meses.

-Entonces aún no lo han pensado! Genial!- se acerco hasta ambas para susurrar algo. -¿Pero ya tuvieron su primera vez cierto?

Ambas se pusieron rojas esta vez, simplemente nunca lo habían pensado o tenido en mente, al menos no hasta que mano de garfio lo menciono. 

-No pensamos en esas cosas todavía Mano de Garfio, aun tenemos mucha vida por delante- Habló Cassandra, Rapunzel solo asintiendo detrás suyo. 

-Muy bien chicas, si así lo prefieren- contestó mano de garfio con cierta desilusión, pidió una bebida y se marcho de la barra dejando a ambas mujeres solas. 

Un silencio cómodo se hizo entre ellas, ambas con las mejillas ligeramente rojas mientras miraban sus bebidas alcohólicas y pensaban en lo que su amigo les dijo. Claro que en algunos momentos había cierta tensión sexual entre ellas la cual siempre era interrumpida por un tercero, pero a ninguna le urgía el hacerlo, ademas de que no sabían como empezar o como continuar, siempre se quedaban estancadas. Aunque la idea de tener herederos las tomó por sorpresa ya que en primer lugar, ¿Quién llevaría el bebé? sabían que podrían tener uno con magia por lo que eso no les preocupaba, en segunda ¿Cómo lo cuidarían? ninguna de las dos tenia conocimiento sobre la maternidad ya que una tuvo una terrible madre en toda su niñez y la otra ni siquiera había tenido padre o madre, y en tercera ¿Estaban listas para esa responsabilidad? Claro que no, ambas se la pasaban de un lugar a otro, ni siquiera estaban demasiado tiempo en el reino de Corona a pesar de que los padres de Rapunzel se encontraban ahí. 

-¿Crees que...- empezó a hablar la rubia rompiendo el silencio con un notable nerviosismo en su voz.             -deberíamos tener... hijos?- dijo lo ultimo en un susurro pero a pesar de decirlo en voz baja todos en la taberna se quedaron quietos. Cassandra ignoró que todas las miradas estuvieran sobre ellas.

-Claro que no Rapunzel, somos muy jóvenes, apenas cumpliste los diecinueve.- Habló la azabache con razón en su voz, siempre la tenía y Rapunzel lo sabía. -No tenemos que hacerlo solo porque alguien te lo exige, ya no estas encerrada en la torre ni estas controlada por tu padre, no debes cumplir sus expectativas si eso no te hace sentir bien.

Colocó su mano sobre la mejilla de la rubia, quien se consoló en sus palabras, era cierto, ya no estaba privada de su libertad en la torre, ni tampoco tenia que cumplir las expectativas que su padre tenia en ella si no quería, ahora todo era diferente y lo mas importante es que era libre. Libre y feliz con su novia y ahora prometida.

Siguieron ahí por un rato más, Rapunzel tomando una segunda copa mientras Cassandra ya iba a la quinta, pero pronto se marcharon porque una de las dos ya estaba borracha así que querían evitar hacer un numerito en la taberna, igualmente los rufianes les impidieron irse diciendo que sería mejor que descansaran en uno de los cuartos de invitados que se encontraba arriba, la taberna de "El Patito" se había ampliado considerablemente gracias a la colaboración de Rapunzel con ellos. Aceptaron la invitación de hospedarse ahí ya que estaba anocheciendo y no había alguna posada que no estuviera hasta el siguiente pueblo.