Especial 14 de Febrero.

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(Esto no tiene mucha relación con lo canónico, pero contiene pocos y sutiles spoilers)

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Era un día cómo cualquier otro para este par, viajando de un lado a otro con cualquier aventura que se interpusiera en su camino, personas que salvar, misterios sin resolver, lugares abandonados u ocultos, etc.

Esta vez se encontraban en medio de un aprieto, ni siquiera recordaban cómo habían llegado a está situación con claridad gracias a la adrenalina del momento, pero ahora tan conscientes de su vida estando en peligro se preocuparon un poco.

—Entonces... Rufianes eh?— habló la castaña para romper la tensión del momento—. ¿Quién diría qué nos perseguirían con armas?

—Raps... Te dije que no les hablaras— reprendió la azabache mientras buscaba una forma de salir de esta situación con vida.

—Pero se veían tan amables, ¡además uno llevaba su traje de color rosa!— se excusó Rapunzel mientras sujetaba a la azabache con fuerza y comenzaba a sudar.

—Era color rojo, que se descoloró por ponerle cloro, te lo dijo, Raps— le recordó a la rubia mientras intentaba alcanzar una rama que estaba a un metro de distancia, lo cual era casi imposible de alcanzar sin balancearse, y no creía a la rubia capaz de eso.

—¡Si! Incluso lloró en mi hombro, esa bonita chaqueta no se lo merecía— sus ojos verdes se volvieron cristalinos mientras recordaba la escena con sentimiento, cómo si eso significara la cosa más triste del mundo. Cassandra solo rodó los ojos.

—Y gracias a eso todos te miraron a punto de llorar también, todo estaba bien hasta que me reconocieron— musitó Cassandra para si misma, pero Rapunzel la logró escuchar.

—¡Claro que nada estaba bien, varios pasaron por eso! Incluso yo, un bonito vestido color morado acabó color lila, pero también se veía bonito— recordó Rapunzel cuando un sirviente nuevo había lavado sin querer su vestido con cloro, lo trataron de despedir ante la falta, pero Rapunzel lo perdonó ya que solo fue un error y su vestido seguía viéndose bonito—. Además pensé que ya no te buscaban en Ingvarr, si hubiera sabido eso tal vez no hubiera hablado con nadie. ¡Ni siquiera contigo si fuera necesario!

Intentó excusarse, Cassandra solo hizo una mueca e intento volver a tomar la rama la cual parecía imposible de tomar.

—Bueno, solo hablaría contigo, no me imagino sin hablarte por unos minutos, no sé cómo lo soportas, lo siento cómo un silencio de tortura— habló Rapunzel mientras trataba de seguir agarrando a Cass con una de sus manos. Al quedarse sin tema de conversación miró la situación con mayor detalle.

Estaban colgando de un barranco, Rapunzel estaba agarrando a Cassandra con una mano mientras con la otra se agarraba del borde de un barranco, pero sentía la tierra desmoronándose entre su mano, por lo que tenían el tiempo medido. Y se preguntarán: ¿Cómo mierda es qué llegaron ahí? Ah por ello vamos.

Momentos antes...

La azabache y la castaña estaban de paso por una taberna, habían estado viajando a caballo por unas horas y ambas acordaron tomar un descanso en la siguiente fonda que vieran.

Querían regresar a Corona después de varios meses viajando por los demás reinos pues Rapunzel extrañaba a sus padres, y para eso tenían que pasar por Ingvarr y después por Vardaros para finalmente llegar a Corona.

Rapunzel decía exageradamente estar muriendo de sed, así que al entrar a la taberna lo primero que hizo fue ir a la barra y pedir un jugo de naranja tan pesadamente cómo si se quisiera tomar dos botellas de licor. Cassandra siguiendola con la mirada mientras observaba sus movimientos con diversión y se ponía su capucha para evitar ser reconocida; Rapunzel era muy intolerante al alcohol, así que verla tomando en un vaso de cristal jugo de naranja mientras había una variedad de licores frente a ella se le hizo un poco gracioso.

El Último Llanto  (Cassunzel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora