Be my slave (Ran x Tn)

C2: Pelea

Pasaron los minutos, nos desenvolvimos sorprendentemente bien, algunos miembros tenían varias dificultades para combatir cuerpo a cuerpo. El resto ni siquiera lo pensábamos dos veces antes de echarles una mano. De un momento a otro perdí de vista a Taiju, cuando al fin lo localicé con la mirada habían varios hombres encima suya, mientras seguía peleando le miraba para comprobar que siguiese bien y, en efecto tal y como pensé a pesar de mi preocupación, Taiju pudo con todos por su propia cuenta. No pasó mucho tiempo cuando vi como algunos sacaban armas, varas de metal y palos de escoba con los que golpearnos. ¿Acaso eso estaba permitido? Frené varios golpes con mis antebrazos, estos me ardían a causa de los impactos, estábamos en una clara desventaja y los jueces no hacían nada al respecto. Fue entonces cuando vi como mientras mi hermano luchaba feroz como un león, alguien se acercaba con cautela por sus espaldas para pillarle desprevenido y al parecer yo había sido la única en darse cuenta de aquel hecho. Todo habría sido mucho más fácil si no estuviese sola contra otros dos miembros armados, se les sumaron dos más, empezaba a perder las esperanzas. ¿Perdería aquí mi honor como colíder de los Black Dragon? Antes de darme por vencida hice contacto visual con uno de los Haitani, que al parecer, no me había quitado la vista de encima desde que la pelea dio comienzo. Maldito idiota, ¿me estaría infravalorando por ser la única mujer? Sin previo aviso, pateó una tubería que alcanzó mis pies, ¿me estaba ayudando? justo cuando uno de mis atacantes hizo el ademan de golpearme, me agaché esquivando el impacto y sostuve con ambas manos mi nueva arma. Me deshice de todos con facilidad y corrí hacia la persona que estaba a punto de alcanzar al líder. Alcé la tubería sujetándola con firmeza y la bajé con un fuerte movimiento arremetiendo contra él, todavía insatisfecha le di una patada en la cara dejándole inconsciente.

Ran's Pov:

Me sorprendió que hubiese una mujer entre las líneas de los Black Dragon, no parecía débil en absoluto, de cierto modo, moría de ganas por verla en combate.

—Hermano, ¿Quién es ella?— Pregunté fascinado por la forma en la que se movía.

—¿La chica? Se llama T/n Shiba, es la melliza de Taiju... colíder de la pandilla si no me equivoco.— Rindou explicó con calma sin apartar la vista ni un instante de la pelea.

—Parece interesante, además tiene su encanto— bromeé sabiendo que a Rin no le haría demasiada gracia mi comentario.

—Céntrate y olvídate de intentar nada con ella, no queremos problemas con el protector de la familia Shiba.— Dijo eso sin siquiera mirarme, suspiré algo molesto. La pelea estaba siendo bastante entretenida, Fruncí el ceño cuando sacaron los trozos de metal, Rindou se incorporó para sancionar esa falta, pero le detuve poniendo una mano en su pecho.

—¿Acordaron no utilizar armas?— pregunté con seriedad mirando a mi hermano a los ojos, por alguna razón tenía cierta preferencia por los Black Dragon, sin embargo debía mantenerme imparcial ante todo.

—No, no lo especificaron en ningún momento— Bajó el tono de voz y se calmó de nuevo, miré como T/n se desenvolvía en la batalla, desde luego esa chica me había cautivado de sobremanera.

En un momento en concreto, la acorralaron. Ya me había encariñado con ella, no me arrepentía de haber apostado por su pandilla. Estaba casi seguro de que ganarían. La vi con algunas dificultades, cerca mía se encontraba una vieja tubería. Cuando me miró le di una patada al desgastado objeto para que se defendiera con este. Ni siquiera sonrió y en menos de lo que esperé acabó con todos y cada uno de ellos.

T/n's Pov:

La batalla terminó, los Black Dragon habíamos salido vencedores. Nuestros contrincantes ya se habían retirado y nosotros todavía estábamos recomponiéndonos. Me recosté sobre una pared, me habían hecho una enorme herida en el muslo derecho. Mis músculos se sentían cargados, cerré los ojos recuperando el aliento cuando de pronto sentí como una figura me tapaba el sol. Abrí un ojo para identificar a la persona, se trataba de un chico no muy alto, rubio, que me miraba con una extraña sonrisa.

—¿Huh? ¿El invencible Mikey? ¿A que se debe esta repentina aparición?— Pregunté en un tono de burla bastante notorio, su acompañante Draken me miraba de forma asesina a unos metros de nosotros.

—Llámame Mikey... Has estado increíble en todo momento, me gusta tu estilo de lucha. Se ve que defiendes a los que te importan—El muchacho abrió un botiquín que había traído Koko para los que resultásemos heridos, siempre tan previsor.

Observé atentamente como colocaba una mano en mi muslo sujetándolo con firmeza para curar la herida cuidadosamente. Alcé las cejas sorprendida por su acto, no traté de librarme de su agarre ya que no intentó sobrepasarse.

—¿Qué es lo que quieres Mikey?— Pregunté con curiosidad, aquí nadie hacía nada por nadie sin un interés en concreto.

Pese a saber eso, nunca me esperé escuchar la petición que el rubio estaba a punto de realizarme. Al escuchar sus palabras fruncí el ceño evidentemente confundida. ¿Cómo podía preguntarme algo como eso?