𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏

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Un pequeño niño de cabello castaño ya se encontraba lavándose los dientes, listo para irse a dormir a su hora asignada

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Un pequeño niño de cabello castaño ya se encontraba lavándose los dientes, listo para irse a dormir a su hora asignada.

A sus seis años ya dormía solo, como el niño grande que era. Sus bellas esmeraldas brillaban gracias a la luz de la luna y por la bombilla de su lámpara de noche. Estaba listo para dormir.

Su madre le había dado su beso de buenas noches y su padre le había leído su cuento favorito, su día había terminado en su totalidad.

Se deslizó en su cama, tapándose con las mantas azules con cuadros y ositos, soltó un bostezo con su pequeña boca y acercó a su peluche de conejito cerca de el, su mejor amigo.

Aunque, el sonido de algo caerse lo distrajo de sus acciones, miro por encima de sus mantas hacia el suelo, notando uno de sus carritos de juguetes avanzar hasta chocar con la puerta, sintió una fresca brisa a sus espaldas, así que cuando se dio la vuelta el hombre con aspecto humano estaba en frente de el con una sonrisa siniestra en su rostro.

"¿Quien eres?" El pequeño Harry pregunto, mirando aquellos ojos negros que lo miraban detenidamente desde la punta de su cama.

"¿Quien crees que soy?" La voz gruesa de el hombre hizo que Harry sonriera con inocencia, inclinándose hacia el hombre para verlo mejor.

"No lo sé" Harry tomo a su conejito en sus brazos, abrazándolo para sentirse un poco más seguro, los ojos de aquel tipo con ojos negros no lo estaban asustando, al contrario, estaban divirtiéndolo, "¿eres mi amigo?"

"¿Por qué crees que soy tu amigo?" De inmediato contesto, Harry por su parte no decidió responder a esa velocidad, quizo ordenar lo que diría primero en su cerebro antes de que su boca lo hiciera y se mal interpretara.

"Mi mamá me dijo que las pijamadas se hacen con amigos, y tú vives abajo de mi cama" respondió, "¿eres mi amigo, verdad?"

El hombre se sorprendió por no asustar al niño de inmediato, eso era extraño, ¿acaso no le enseñaron a no hablar con desconocidos o acaso este niño no tenía amigos?

"Esta bien, puedo ser tu amigo" contestó tirando de las mantas de el chico para acercarse a el. Harry sonrió y asintió, despegando las mantas estorbosas de su cuerpo, "Quiero llevarte lejos de aquí, Harry"

"¿Llevarme lejos? ¿A dónde?" El hombre sonrió dejando ver sus dientes afilados asomándose por sus labios.

"A un lugar lejos de aquí..., solo tú y yo"

"¿No podemos llevar dulces?" pregunto, inclinando su cabeza hacia un lado, cosa que se le hizo tierna al monstruo.

"Yo tengo dulces en casa, ¿quieres venir?"

"Si, quiero ir" Harry no dudo en responder.

La sonrisa de Zayn se extendió por toda su cara, extendió una de sus manos hacia el niño rizado, quien sin dudarlo la tomó, levantándose en sus piernas cortas y caminando hacia el extraño hombre enfrente de el, frente a frente.

"Eres bastante bonito" murmuro el hombre.

"¿Cómo te llamas, nuevo amigo?" Harry ignoro el comentario ya que ni siquiera lo escucho, el hombre tomó al niño y lo cargo sin problemas hasta la ventana, en donde saltó y cayó sin lastimarse. Harry aferrado a su conejo de peluche y al cuello de el tipo que estaba caminando hacia el bosque atrás de su casa, evitando su mirada.

"Soy Zayn..."

"...Zayn Malik... el monstruo bajo tu cama"

𝐵𝑎𝑗𝑜 𝑚𝑖 𝑐𝑎𝑚𝑎 [✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora