𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟑

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"Hola, Harry" La voz chillona de la mujer resonó por la sala

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"Hola, Harry" La voz chillona de la mujer resonó por la sala.

Rubia, alta, ojos azules y con un nombre tonto a opinión de Harry, delgada y preciosa, por supuesto que Zayn tenía su tipo.

"Hola, Jelena" Murmuró.

"¿Está Rodger?" La mujer sonrió, sus dientes blanquecinos mostrándose y aburriendo a Harry.

"Mhm" Se aparto de la puerta para dejarla entrar, eran aproximadamente las ocho de la noche; la luz de la luna alumbrando todo el campo, una vista preciosa de ver pero arruinada por esa mujer.

Su suponía que esa noche sería de Zayn y Harry, no de Zayn, Harry y esa mujer.

Zayn estaba en la cocina, sus manos maniobrando masa para pizza, esa sería su cena de esta noche, aunque no tenía previsto que Jelena llegaría a fastidiar su encantadora velada nocturna.

Jelena era un caso, un fastidio y una fuente de estupidez. Su belleza física era solo física, la mujer era muy bonita, si, pero por el interior estaba vacía, ni siquiera podía creer que Zayn estuviera con una persona así.

"¿Quién es, amor?" Gritó Zayn.

"¡Rod!" Su voz chillona lo saco de su tren de pensamientos para volver a la realidad, cerró la puerta poniéndole seguro y se dirigió nuevamente a la cocina, donde una escena no agradable a sus ojos se reflejó, los brazos flácidos de esa chica alrededor de su hombre, eso le causo una punzada en el corazón, y un nudo en su estómago, inconscientemente su mano se digirió a su pecho, justo en donde estaba su corazón, fue como un rasguño y el mismo quisiera detener el sangrado sosteniéndolo. "Te extrañe tanto, Rodger"

"Creí que llegarías mañana, ¿qué haces aquí?" La molestia reflejada en su rostro, no estaba contento con tener invitados esa noche, no cuando ya tenía planes con su rizado molesto al otro lado de la encimera.

"Quise sorprenderte, traje vino, o si eres de champán, traje de ambos" Sonrió.

"Harry, cariño, ¿podrías subir a mi habitación y quedarte ahí un momento?" Los ojos esmeraldas se entrecerraron, asintió a regañadientes antes de hacer lo que Zayn le pidió, dejando a la pareja sola en la cocina. "No te quiero aquí"

"¿Perdón?"

"No te quiero aquí"

"Vine a verte, Rodger"

"Pero yo no quiero verte a ti, debiste llamarme"

"Era una sorpresa, ¿acaso no puedo hacerlo?"

"No, tienes que irte. Te llamaré mañana por la tarde" Tomo el brazo de la chica pa es guiarla a la puerta, un hilo de lloriqueos infantiles saliendo de los labios de la chica, una extraña rabieta que hacía enojar más al mayor.

"Rodger, me fui un mes a ver a mi madre, y ahora que vuelvo solo quiero estar contigo, ¡volví por ti!"

"No pedí que hicieras eso, ahora puedes irte"

Con una sonrisa educada, abrió la puerta sacando a la chica a la fuerza, soltando un suspiro de alivio al no tener que aguantar a otra niñata más que encontró en un bar hace unos meses.

Conoció a Jelena en un pub, cerca de la ciudad a mitad de la nada, solo fue un encuentro casual que terminó en una noche que lástima su conciencia cada que lo recuerda. No era una persona de tener encuentros sexuales, pero era una necesidad que su cuerpo pedía a gritos, sin embargo, su mente se despegó a Harry de nuevo, no debió de haberle comprado aquellas faldas de colores pasteles y esos blusones de tirantes, estaba tan mal.

El reloj marcaba las nueve de la noche con diez minutos, miró la masa de pizza recién hecha en una cacerola para que se esponjara, así que tenía tiempo para ir a ver a Harry que seguía en su habitación. Su cabaña era de un solo piso, contaba con los lugares suficientes y espaciosos para ellos, pues solo eran dos personas habitándola.

Harry se encontró extendido en la cama, con una cobija encima de el, las cubiertas deslizándose por su cadera huesuda, sus rizos alrededor de la almohada, no le gustaba el silencio, aunque fue interrumpido por la puerta abrirse. Sus esmeraldas miraron al mayor entrar con sigilo, su barba recién afeitada y los piercings en su rostro, un suspiro entrecortado salió de sus labios.

"¿Hazzy?" La llamada de atención lo hizo voltear a verlo. "¿Estás dormido?"

"No" Murmuró. "¿Y Jelena?"

"Le pedí que se fuera" Zayn se acomodo en el otro extremo de la cama, acostándose junto al menor antes de rodearlo y envolverlo en sus brazos. "Esta es nuestra noche"

"Zaynie" Como si fuera un pequeño gatito, se acurrucó más en aquellos brazos entintados.

Las yemas de sus dedos pasaron por el tatuaje de sus labios enmarcados en la mano de Zayn, aún lado de el avión de papel. Zayn le había dicho que la mayoría de sus tatuajes eran dedicados hacia su persona, desde el corazón en su cadera hasta los girasoles en su cuello, pues el mismo había dicho que era uno y que Harry era su sol.

"Te amo tanto, Hazz" Aquellas palabras marcaron un antes y un después para la vida de ambos, siempre hacia un cambio, pues la primera vez que Zayn le dijo que lo amaba sólo tenía once años, y ahora a sus quince, podría decirse que también lo hacía.

Aún con la vida extraña que tenían, lo tan individuales pero tan cercanos que eran, lo alejados que estaban de el mundo, sabía que Zayn tenía sus problemas dentro de esta, que mantenerse aislados era la mejor opción, por su seguridad y integridad humana, sabía que lo hacía por su bien.

Finalmente, ambos bajaron a la cocina media hora después, hicieron su pizza en calma, música sonando por el reproductor y el canto de los grillos resonando por todo el lugar. La luz opaca de la luna entraba por las ventanas, siendo una noche cálida para ambos.

Cenaron mientras se sentaban en frente de el televisor, sus extremidades acomodadas en el sillón, de tal forma en que sus pies casualmente tocaban, haciendo roces voluntarios de parte de Harry, inconscientemente Zayn los devolvía con una sonrisa amorosa.

La mirada verde de Harry paso a estar concentrada en el televisor, cuyo aparato reproducía una película vieja de Elizabeth Taylor.

Los ojos de Zayn siendo cuidadosos al mirar a su luna y su sol en frente de el, se quedó con la imagen perfecta de su perfil, se acercó sin más, pinchando con su dedo índice derecho el hoyuelo remarcado de la mejilla de el chiquillo rizado, una pequeña risilla saliendo de sus labios antes de que lo mirara.

Esos momentos eran los que Zayn quería mantener para siempre, tan simples pero tan significativos.

Lo único que quería es que ambos se quedaran así para siempre, con un plato de pizza hecha por ellos, acomodados en su sillón llena de mantas, y una buena película reproduciéndose.

Solo eso pedía, estar junto a su pequeño de cabello rizado y ojos verdes para siempre.

𝐵𝑎𝑗𝑜 𝑚𝑖 𝑐𝑎𝑚𝑎 [✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora