Capitulo 6

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Emiliano 

Sillas incomodas, visitas con distintos doctores, pasillo tras pasillo, habitación tras habitación, noches sin dormir, ir y venir, siempre al mismo lugar. Esa a sido mi rutina en los últimos 2 meses.
Wooow, no puedo creer que pasaron 2 meses desde el accidente de Mili, quisiera poder decir que este accidente me abrió los ojos y entendí lo rápido que la puedo perder, que me di cuenta del patán que he sido y de todo el daño que le hice, pero la realidad es otra.

Estoy arto de todo esto, lo único que quiero es irme a mi casa. La recuperación de Mili ha sido muy lenta, ya que los cortes y los golpes que recibió fueron de gravedad tenían que ser curados adecuadamente y a eso le sumamos su amnesia, dando como resultado a una Mili muy tonta y lenta, me desespera mucho porque a todo le tiene miedo, no deja a los profesionales hacer su trabajo.

Al principio cuando despertó sentí un alivio enorme de ver esos cafés que me  vuelven loco, pero ese alivio se vio opacado por la irritación. Porque cuando se dio cuenta de mi presencia en el cuarto, se puso muy histérica, llena de miedo porque no sabia quien era yo, algo que sin duda me molesto bastante. -"¿Que iba a hacer con una esposa que ni siquiera me recordaba?"-
El psicólogo que tomo su caso le explico que estaba casada y que yo era su esposo, se lo dijo de una manera tan tonta y lenta que me molesto, pero lo que termino por enfurecerme fue que ni de esa manera ella entendió, porque cada que la veía gritaba a todo pulmón, como si la fuera a matar; tomando como medida que el psicólogo entrara conmigo cada que veía a mi esposa para evitar alteraciones en ella, hecho que por su puesto me molesto, Milagros parecía mas a gusto  con el, que conmigo.
Varias semanas después ella empezó a acercarse a mi sin ayuda del psicólogo, cosa que agradecí porque ya me estaba cayendo muy mal, cada que lo veía me daban ganas de golpearlo. Pero no todo es como uno quiere, por una parte agradecí que ella ya me ubicaba y no me tenia miedo pero aunado a eso, se empezó a pegar como lapa a mi, consulta que ella tuviera era consulta a la que tenia que estar yo, si yo no estaba en el cuarto Milagros no se dejaba hacer nada hasta que yo estuviera presente, se comportaba como una niña pequeña y eso me molestaba muchísimo, prácticamente vivía en hospital y ya estaba arto.

Hoy por fin después de 2 largos meses, puedo regresar a mi casa, el problema mayor es mi esposa, le tiene miedo a todo, no se como voy a poder vivir con ella.

-"Milagros bájate del carro, apúrate"- le dije tomando todo mi control para no gritarle, lleva 15 minutos dentro del carro. Al ver que no hacia nada opte por ir y bajarla yo mismo.

-"Camina que no tengo tu tiempo"- Camine con ella tomándola del brazo hasta llegar al interior de la casa.

Una vez dentro deje su maleta en el pie de la escalera, ella me seguía como un perrito perdido viendo todo con miedo, como si en algún momento los muebles la fueran a atacar.

Verifique la hora en mi celular 12:20 pm, ya había perdido medio día de trabajo todo por culpa de mi esposa. De manera rápida me dirigí a mi recamara a tomar mis cosas para irme a la oficina, me sorprendió que Mili no me siguiera, tal vez ya estaba perdiendo el miedo; al bajar las escaleras me di cuenta que ella seguía en el mismo lugar, no se había movido nada.

-"Me voy a ir a trabajar, en la cocina hay todo tipo de comida, de todos modos le voy a decir a Noah que venga a cocinarte algo, dudo que sepas hacerlo por tu cuenta, a un lado del teléfono te deje mi numero por cualquier emergencia"- la mire directo a los ojos para que entendiera, -" solo emergencias, ¿Entendiste?"- le dije mientras desviaba mi atención al mi celular.

Me dirigí a la sala a tomar las llaves de la casa y de mi auto, Milagros venia tras de mi, así que me voltee para despedirme de ella.

-"Me voy, no salgas de aquí por nada del mundo, no se a que hora regrese, así que de preferencia te vas a dormir"- ya iba de camino a la puerta cuando ella me jalo del brazo.

-"¿Pue....puedo ir con....contigo?, no me quiero quedar sola"- me dijo temblorosa y con ojos llenos de lagrimas.

-"No"- me solté de su agarre y salí de casa.

Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora