Capitulo 11

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Milagros 

Que paz se siento en estos momentos, intento moverme pero algo o mejor dicho alguien me lo impide, Emi esta abrazado a mi , se ve tan tierno así, intento salir de la cama sin despertarlo pero fracaso estrepitosamente, ya que el se despierta al instante. 

- Buenos días Mili, ¿Qué tal dormiste? - pero que sonrisa, sin recordarlo este hombre ya me tiene a sus pies ¿otra vez?, sea como sea, estoy 100% segura de lo enamorada que estoy de esta persona, sin pensar lo tomo de la cara y lo beso.

- Buenos días Emi, bien gracias, hace mucho no descansaba de esta manera - por inercia me acomodo en sus brazos y el me envuelve de una manera tan dulce y protectora que me alegra la mañana 

- Que bueno, pues ya somos dos, es bueno estar en casa después de todo

- ¿Tienes que ir a trabajar?

- Me temo decirte que si, no puedo dejar de ir a la oficina, soy el dueño - sus acciones son todo lo contrario, me deja un dulce beso en el pelo y me pega aun mas a su cuerpo 

- Por eso mismo, eres el dueño, quédate hoy conmigo, te preparare un rico desayuno, quiero estar contigo, ayer Noah s.....- y hasta aquí llego la paz. Como si mi cuerpo lo quemara me soltó y se alejo todo lo que pudo de mi, no entiendo su reacción. 

- Te dije que tengo que ir a trabajar, tengo cosas importantes que hacer,  y no creo que puedas prepara el desayuno, por si lo olvidaste, no tienes memoria -  ¿y ahora?, ¿Qué le pasa?

- Tengo amnesia, mas no soy estúpida, puedo preparar comida no creo que sea tan complicado

- No puedes Milagros, crees que todo es fácil, pero no es así, necesitas que alguien este aquí para ayudarte. Te puedes hacer daño - ¿me cree estúpida o que?, es real que no recuerdo nada pero el medico me dijo que empezar a hacer cosas de la vida cotidiana me va a ayudar 

- Pues entonces quédate conmigo y ayúdame, enséñame de nuevo el mundo

- No, estoy muy ocupado como para quedarme de niñera

- De acuerdo, entonces ¿A que hora llega Noah? - noto como se tensa su cuerpo y su postura cambia, pero no entiendo, y la verdad no me interesa entender, me estoy comenzando a enojar. 

- El ya no va a regresar aquí, así que ni lo esperes, voy a contratar una enfermera que se quede contigo, ella te va a atender en todo lo que necesites - pero se a vuelto loco, de ninguna manera voy a aceptar tener una niñera, estoy lo suficientemente grande para cuidarme sola, aparte no entiendo porque Noah no va a regresar, no recuerdo haber peleado con el. 

- ¿Por qué no va a regresar?, es una linda persona y ayer me la pase muy bien, no tiene caso que gastes dinero en alguien a...-

- Me importa poco que la hayas pasado bien, el no regresa y punto. Yo hago con mi dinero lo que se me venga en gana, vas a tener a una enfermera aquí y no esta a discusión, si te parece y si no  pues ni modo, sabes donde esta la puerta, me importa poco que no sepas ni quien eres, esta es mi casa y se hace lo que yo diga -  ¿Me esta corriendo? - Y ahora hazte a un lado que por tu culpa ya se me hizo tarde -  No puedo con lo que me acaba de decir, ¿pero este que se cree?, me doy la vuelta y salgo de la recamara.

Minutos después Emiliano aparece en la sala ya vestido con un lindo traje y el teléfono pegado a su oído.

- Me voy, Catalina, tu enfermera llegara en un rato mas, quédate en la sala hasta que llegue, va a tocar la puerta, para que no te espantes como ayer y me llames. Te lo repito, llámame si es una emergencia, estoy trabajando y no quiero que me interrumpas por tonterías - 

- Pues no le voy a abrir y hazle como quieras - 

- Milagros no empieces, le abres y punto, no te pregunte ni pedí tu opinión ya te dije, si no te parece ahí esta la puerta, ve y busca a otro que te soporte porque yo ya me estoy cansando, eso si, si sales por esa puerta te olvidadas de que existo, no voy a soportar tus berrinches ¿estamos?- solo asiento en respuesta, satisfecho se marcha a trabajar.

Ahora si que se paso, no recuerdo nada y eso me molesta mucho, no se como era nuestra relación y si soportaba esto, pero se acabo, no voy a permitir que me hable así y mucho menos me trate de esa manera, se supone que me tiene que ayudar pero ni tiempo tiene para mi, pues que se quede con su estúpida empresa, le voy a tomar la palabra y me voy a largar de aquí, no soy una carga y si el me ve así pues lastima, ya no lo seré mas. 

Tomo una pequeña mochila y meto un poco de dinero y comida que tome de la cocina, si el no me va a ayudar voy a buscar alguien que si y así sin mas tomo mis pocas cosas y salgo de esa casa, obtendré mis propias respuestas, no necesito a un hombre para ser feliz 


Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora