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-Capitulo 4-

Pasteles de vainilla

Al principio Seulgi trató de liberarse de los brazos de hierro que la envolvían, lástima que la boca que lamia y mordisqueaba sus labios fuera lo que término por seducirla. Era su primer beso y lo estaba disfrutando a lo grande. Abriendo la boca para dejar salir un gemido le dio entrada a la lengua de Joohyun que la tentaba con cada contacto, llamando a todos los instintos que los dioses habían guardado dentro de ella.

Joohyun tomo en peso a Seulgi, ya que las piernas de la azabache doblegaron y se negaban a sostenerla. Todo su ser temblaba al sentir las ansías de la loba que invadía su boca, las manos grandes que recorrían su espalda hasta situarse en su firme y redondo trasero, apretándolo.

-"¡Mía!"- volvía a gruñir la loba interior, exigiéndo que tome lo que estaba segura de que le pertenecía.

-"No sabes... lo que estás... haciendo"- Logró hablar Seulgi, entre gemidos cuando la boca de Joohyun comenzó a mordisquear su cuello.

-"Te deseo, aquí y ahora"- ladra Joohyun, recostando el cuerpo tembloroso de Seulgi sobre un montículo de hojas secas que les serviría de cama.

En respuesta la morena abrió las piernas para que la castaña se acomodara mejor entre ellas. Las bocas ansiosas se buscaron una a la otra. La felina dentro de Seulgi se entregó a la supremacía de la hembra que la dominaba con caricias duras. No lo quería de otra manera, deseaba a Joohyun. La piel desnuda contra su piel desnuda era algo delicioso de sentir.

-"¡Ah!"- gritó Seulgi cuando la castaña le dio un ligero mordisquito en el hombro, como comprobando si su sabor era tan bueno como se veía. Una risita nerviosa escapó de la morena, esa pulgosa era una traviesa, aún en esas calientes circunstancias.

-"Eres tan malditamente hermosa"- susurró Joohyun mientras mordisqueaba un pezón sonrosado de la azabache. -"Te deseo tanto..."

Seulgi sabía que debía detener aquello. Qué la loba se la iba a devorar sin compasión. Se había enamorada, de eso estaba segura, tan segura como que la lengua de Joohyun era tibia y muy erótica, como nada podía serlo en el mundo.

La loba había cazado para que ella se alimentara, le proveyó ropa cuando pasaba frío, para su animal interno, eso la clasificaba como una buena proveedora. Solo faltaba comprobar que tan buena era en el apareamiento, y ya estaban en ello. La parte humana de Seulgi trataba de controlar los instintos de la felina, pero quién demonios podría cuando la luna estaba a solo horas de distancia.

Un ronroneo juguetón salió del pecho de la morena, por mucho que intento acallarlo. La lengua de Joohyun había dejado de torturar sus pezones y ahora bajaba despacio, muy despacio por su vientre plano. La loba libidinosa la sostenía por las caderas dejando claro quién estaba al mando de ese encuentro íntimo.

Si alguien le hubiera dicho a Seulgi que iba a disfrutar tanto de que una pulgosa mandona la dominara, se hubiera reído en su cara justo después de arrancarle la piel con sus propias garras.

-"Mi loba"- se entregó cuando sintió su coño siendo devorado por la boca de Joohyun, el cual la lamía y chupaba con desesperación. Las manos de la castaña apretaban sus caderas con tanta fuerza que sentía que podía quebrarla si realmente lo deseara, la boca de la castaña era deliciosa y cálida. Sentía la desesperación de la loba, en cada rose con los colmillos en su clítoris buscaba la rendición de la felina. Una suerte era que Seulgi ya no recordaba los motivos por los que aquello no debía suceder.

Un chillido de gato se escuchó por el bosque, las aves nocturnas levantaron vuelo mientras la loba cambia-forma consumía el resultado de sus esfuerzo. Llenaba su boca con los deliciosos jugos de la felina y había tragado cada gota de esta. Era simplemente delicioso, sin dejar de lamer se aseguró de no desperdiciar ni una sola gota.

-"¿Qué hemos hecho?"- suspiró Seulgi, recuperándose del orgasmo. Y con sus manos cubriendo su rostro ahogando con ellos un sollozo -"ahora tendrás que aparearte conmigo durante esta luna llena o nuestros animales se volverán locos."

Joohyun tomó en brazos a la azabache y la acomodó en la cueva que se formaba por las raíces del viejo árbol. Recostándose junto al cuerpo menudo la cubrió con las ropas que habían robado, para mantener el calor sin tener que recurrir a sus formas animales.

-"Lo siento tanto"- se disculpó escondiendo el rostro en el cuello de Seulgi -"prometí protegerte y al final fui yo quien se aprovechó de tu confianza"- unos dedos suaves como pétalos de rosa se posaron en sus labios acallándola.

-"Yo también quería...- fue la simple frase que salió de los labios de Seulgi antes de acurrucarse más en el pecho desnudo de su ahora amante. Joohyun comprendió las palabras de Seulgi, sin necesidad de decir más.

-"¡Durmamos!"- ordenó Joohyun, antes de tomar sus formas animales. La loba se acurrucó con su pequeña gatita entre sus patas protegiéndola de todo mal.

𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐄𝐋 𝐋𝐎𝐁𝐎 𝐀𝐓𝐑𝐀𝐏𝐎 𝐀 𝐒𝐔 𝐆𝐀𝐓𝐎| 𝑺𝒆𝒖𝒍𝒓𝒆𝒏𝒆 G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora