Capitulo Once.

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Desperté con el maldito ruido de la alarma. Trate de callarlo pero un gran peso en sima de mi me lo impidió.

–Rayos, ¿Dode estoy?- Al voltearme mire a Logan, dormía muy plácidamente mientras la alarma sonaba como los mil rayos.- Logan, la alarma...- susurré.- Demonios Logan.- Me estire por en sima del cuerpo de él hacia la ensimera, cuando unas manos tomaron ambos lados de mi sintura y me estrujaron.

–Hola nene.

–¿Nene?- y sentí un escalofrío por mi torso.- Nene tu madre.- Le dije enojado después de un rato. ¿Quien era el para ponerme apodos? Así es, Absolutamente nadie. Escuche un resoplido.

–No seas nena y quedate así, aquí, de por vida.- Cuando observe en como estábamos mis mejillas tornaron completamente coloradas, estaba sobre Logan, ambos en calzoncillos, el me abrazaba y yo que todavía y recaraba mi cabeza en su pecho.

–Idiota. Sueltame.- Me removí, pero Logan no quería soltarme- ¡Sueltame!- le dije exasperado.

–¡No!- me dijo gritando de igual forma, pero en algo se le miraba tierno, era como si fuera un niño que pelea por un juguete, solo que yo era el juguete y esto no era divertido.

–¡Logan!

–¡Jonathan!

–¿¡Que!?

–¡Deja de moverte!

–¡No hasta que me sueltes!

–¡Pero no quiero soltarte!

–¿¡Por que nooo!?- dije alargando la ‘o’. Ya me estaba cansando. Así que me rendí y deje caer mi cabeza en su pecho.- Ya me canse.

–Que bueno.- Me apachuro y me atrajo mas hacia el, me sentía como un juguete.

–Tengo hambre.- Un juguete mimado.

–Ahora hago el desayuno, Bebe.- Muy, muy mimado. Seguía abrazandome, así que decidí cerrar mis ojos y respirar su aroma, olía completamente a... Él.- ¿vamos?

–¿Mhm? ¿A donde?- Me había perdido.

–A la cocina.

–Esta bien.- No me moví, el tampoco.- Así nunca vamos a llegar.- dije rindo despacio.

–Lo se, pero no quiero soltarte...¡Oh! Ya se!- Me tomo fuerte de la cintura y se levanto, no tuve otra que enredar mis piernas a su alrededor.

–¿¡Que te pasa!? ¡Bajame!- comenze a patalear cuando sentí una nalgada.

–Callese, ya llegamos.- me puso en la barra de la cocina y yo no quería ni voltear a ver. Sentía mis mejillas rojas de la furia y la vergüenza juantas. Este se estaba tomando muchos privilegios cuando apenas y nos conocemos.- Jugo o leche.- solo me encoji de hombros. No quería verlo, mucho menos hablarle.- Hey, ¿Que pasa?

–Nada.- dije volteando hacia otro lado. Se aserco a mi.

–No infles los cachetes. Me dan ganas de comerte.- dijo apretandolos, yo ni era consciente de que estaba haciendo eso. Así que si, volví a ponerme carmín. No se que demonios me pasaba ahora que siempre parecía tomatillo.- ¿Te enojaste por la nargada, bebe?- bien, no quería admitir eso, pero mi cerebro estúpido no hizo lo que yo queria y asintió. Soltó una carcajada y me dijo.- Tengo que anotar que a mi bebe no le gustan las nalgadas.- Y me beso, ahí en los labios. Y como no, yo me quería morir.

♪♣♪♣♪♣

Equis. :$ no tenia ganas de publicar. Se me hace un poco difícil ver desde las perpecticas de un hombre... Y bueh. Gracias por leer.

Yosse x.

Desorientado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora