Desorientado.

Capítulo Siete.

Juntos llegamos a la escuela y entramos a clases. Hoy nos tocaba Comprensión Lectora.

¡Dios¡ Esa materia no se me da para nada... Y la maestra es una pesada. Después de tres horrorosas horas con ella, llego la hora del almuerzo. Al parecer es el único día en el que nos da ella. Valla milagro pero ¡Tres horas con la maestra mas repunosa del mundo leyendo cosas que ni te interesan y haciendo doce cuartillas completas! ¡ah! ¡eso es lo peor!

«Muero...» Me dice mi vocecita fastidiosa que al fin estamos de acuerdo en algo.

Al entrar a la cafetería están todos devorando en la tienda. Todo esta infestado de gente, los habia tratado de evitar pero ahora muero de hambre y trato de comprar algo. Paso con facilidad entre los estudiantes y al final puedo comprar un “Mollete” que consta de pan con frijol y queso. Algo cencillo pero calmara mi hambre. Cuando salgo de la multitud me encuentro con la primera persona que mire al entrar.

—Hola.- Me dice un poco anima. ¡Diablos! No recuerdo su nombre.

—Hola.- Le digo sonriendo.

—¿Tines con quien sentarte?

—Mhm.. No estoy solo

—¿Quieres venir con nosotros?- Señala a los chicos nuevos de mi salón y a otros más.

—Claro.- Le sigo un poco animado. Llevo aquí tres días y no e socialisado con nadie mas que con Logan. Wow que raro.

—Hola chicos, el es Jonathan de el aula... ¿En que aula vas?- Me pregunta con una cara muuuy graciosa.

—Voy en el aula 243.- Dije aguantandome las ganas de reír.

—Si. Ya nos conocemos Jonatha... ¿Verdad?- Dice la muchacha de su clase.

—Si... Amy ¿Cierto?

— Claro.- Dijo con sierto aire de grandeza en su voz.

—Y Francisco. ¿Me equivoco?- Le dije al chico. ¿Quien olvidaría un rostro tan tierno como el de él?

—Sip.- Dijo sonriendo dulce mente. ¡Si que es lindo!

—Bueno, ellos son Miranda y Alexis. Y como ya sabes yo soy Karla.- Dijo presentando a los demás y gracias al cielo volvió a decir su nombre. Que vergüenza el a verlo olvidado. Salude a los demás y comenzaron a charlar de lo que yo era ajeno. Así que me dedique a devorar mi “comida”. Después de un rato Karla me preguntó;

—¿Ya te has integrado a un club?

—No.- Dije tragando  lo que me quedaba de comida en la boca.

—¿Quisieras unirte al club de reportaje? Todos estamos en ese club.

—Me encantaría.- Dije animado.- Pero deja me pensarla un poco. El reportaje no se me da muy bien y quisiera ver los demás club's.

—Bien.- Dijo con una enorme sonriza sincera. Si que eran amables con él.

«Mira quien esta ahí...» Hice caso a mi vocecita y al mirar hacia arriba mire a Logan. Quien me miraba desde unos asientos algo retirados.

¡Me estaba mirando! ¿¡Que le pasa!?

Avergonzado me puse de espalda ya entablando una conversión con los demás. Me ponía nervioso... Mucho.

Al entrar en clase de Geometría. No traía mi libro.

—¡Diablos!- Quise decirlo para mi pero alce demasiado la vos y todos voltearon a verme.

—¿Que le ocurre... Alumno?- Dijo el profesor. Al parecer no se sabe mi numbre puesto que me llamo alumno... Quien sabe. El caso es que tenia la mirada de todos puesta en mi.

—N-nada profesor...- Dije levantandime de mi asiento.

—Bien... Puede sentarse otra vez.

—No trajiste tu libro ¿Verdad?- Me dijo Logan en voz baja.

—No lo traje. ¿Como lo sabes?

—Intuí.- Dijo giñandome un ojo. Sin saber el por qué me sonroje.- No te pongas como cereza. Ten, te presto mi libro.- ¡Ahh! ¿Que me pasa? No soy de los que suelen sonrojarse como niñitas. Sin mas remedio tome el libro y al abrirlo tenia mi nombre.

—Oye, pero si este libro es mio.- Dije lo suficiente bajo para que no nos escucharan.

—Lo se, estaba en tu casa y al ver que no lo recojias lo tome.

—Bien, no te acuso de ratero por que me ayudaste. Pero no me gusta que tomen mis cosas sin permiso. ¿Correcto?- Wow mi voz sonaba muy segura.

—Claro.., cerecita.- Me guiña el ojos y sonríe de lado... Esa sonriza... Espera... ¿¡Me llamo cerecita!? ¿¡El quien se cree para llamarme así!?  Justo cuando estaba por reclamarle me llama el profesor.

—Señor Westerton.

—¿¡Si!?- Lo digo demasiado alto y mis mejillas empiezan a arder. Todos vuelven a mirarme. ¡Ah! ¡Dios! ¿¡Yo que hice!?

—Nada, vuelva a sentarse.- Dice el profesor al parecer aguantando la risa. Maldito. Se ríe de mi.

Salimos de la escuela y por fin soy libre. Respiro profundo. Estar en la escuela es estar como diez metros bajo tierra.

—Bien, vamos, que esperas.- Pero me olvidaba de él. Es un fastidio, apenas son tres días de escuela y ya no lo soporto.

Al llegar a casa después de recojer a Jase y de que se fuera Logan. Fui directo a mi habitación. Nesesitaba hacerlo. Ya no haguantaba más. Entre al baño de mi habitación y empecé a hacerlo. A cortarme. Linea por linea iba callendo gotitas de sangre. Se siente fabuloso.

—Ahh...- Solté un sonido de excitación al hacerme la ultima linea.- Extrañaba hacer esto.- Dije y me recoste en el suelo. Esta ves trate de no hacerme mucho daño, no quería ir al hospital y faltar a lo que me mando Daniel. Entonces si estaría muerto. Y me quede dormido. Ahí, en el cuarto de baño, mientras disfrutaba...