Prólogo

38 2 0
                                    


La sensación de que aparezca alguien entrando alguien entrando por cualquier parte del hogar para lastimarme, me abruma al tal límite de agotarme mentalmente.
————————-

Quería llorar. Estaba asustado. La columna vertebral me dolía. Me temblaban las manos. Era insoportable.
Lo último último que mi cerebro alcanzaba a recordar era ese olor metálico de color rojo intenso.
Mi cabeza palpitaba mientras trataba de comprender que había sucedido.
Esperé a que las horas pasaran y que el sol volviera a salir.
Un dolor indescriptible atacaba sobre mi cuerpo flácido.
Sentía pánico al escuchar un hombre en mi habitación.
Grité, ataque  y supliqué mediante actos reflejos.
Eran momentos efímeros, piezas incompletas.

THE BRAINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora