A.2.2.1

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Buscar pertenencias. 

Seguíamos en aquella habitación de colores oscuros, y un orden memorable. Mi amigo más nervioso que nunca, me insistía que nos fuéramos de allí. Y yo con determinación seguía escarbando a máxima velocidad. Estaba seguro que encontraría algo, mi intuición casi siempre era certera. En aquel preciso instante una brisa abrió golpeando con fuerza la ventana, dejando a esta, totalmente abierta. Asustados y congelados en el momento, quedamos en silencio por unos segundos. A lo que acto seguido retome mi búsqueda con cierta presión y apuro.

Minutos más tarde, ya rendido por no haber encontrado nada fuera de lo común, logré divisar una pequeña llave sobre el escritorio, la cual llamo mi atención. Le comente a mi par sobre mi deseo de tomarla a lo que me insto a no hacerlo y que olvidase el asunto. La habitación seguía helada pero mi pensamiento era abrasador.

Mi voluntad me llevo a:
-Retornar y llegar a casa:
Capitulo A1.4.2

-Tomar la llave:
Capitulo A2.2.2

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