A.2.3.2

78 54 3
                                    

Correr hacia la guardia real. 
Nos percatamos que en la plenitud del extenso puente se encontraban grupos de guardias de la realeza. A quienes realmente detestábamos por ser corruptos y abusivos. Vestidos con un tonalidad de azul oscuro, inclusive sus cascos y fundas de espadas. En aquella noche gris la luna reflejaba en sus escudos, lo cual era nuestra unica opción para salir de dicho aprieto por lo que corrimos sin dudar en busca de protección, pese a nuestro rencor.

Al ponernos al alcance de los escoltas, y a la vez haciendo cierto alboroto en el sitio; el grupo que nos venia persiguiendo se detuvo de golpe, retrocediendo su paso. Dando vuelta atrás.
Los guardianes nos miraron con cierta extrañez seguido de palabras en un tono molesto y violento. Tratándonos como estropajos y que nos fuéramos de allí de forma amenazadora. Nos miramos con mi amigo con cierto alivio. Ya era de noche y una total oscuridad nos acompañaba, nuestros cuerpos cansados y ropas sucias. 

Por lo que decidimos:
-Separarnos e ir cada uno a su hogar:
Capitulo A1.4.2

-Hablar con los guardias y pedir información:
Capitulo A2.3.3

DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora