Capítulo 8

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El viaje no fue tan largo, pero fue aburrido. Nadie decía nada. Aunque, mi mente no paraba de maquinar las ideas, para que mi plan funcionara a la perfección.

Al llegar se veía una casa enorme, mejor dicho una mansión, toda blanca, llena de luces, con fuentes, arbustos perfectamente cortados, con muchas escaleras.

El salón estaba decorado, con muchas serpentinas y globos color dorado y negro. Había un escenario, con músicos, la pieza que estaban tocando en este momento no era ni muy movida, ni muy tranquila. La escalera por la que estábamos bajando era enorme con una alfombra color negro, todo estaba combinado, hasta las mesas redondas tenían decoración de esos colores. No sé qué es esto, pero sé que este evento está muy preparado y que es un lugar a donde hay personas importantes ya que hay guardias de seguridad. Hay dos por puerta, eso me saca, que si había alguna posibilidad de escaparme, ahora no la hay. Sé que dije que me atraparían como a un conejo pero, debo ser rápida y astuta.

Había un montón de personas en la habitación. Todos estaban muy elegantes, hombres con trajes negros y algunos azules. Las mujeres estaban todas maquilladas, con unos vestidos muy elegantes, supongo que eran muy costosos y seguramente el mío también lo es.

Oliver me agarró de la cintura acercándome a él.

-No te separes de mí, pequeña - ¡Pequeña su vieja! Recordé lo que le había pasado a su madre y pensé en mi mente, "Ay discúlpame Isabella, tu hijo me saca de quicio, no fue mi intención". La verdad que estoy muy mal, creyendo que alguien me va a escuchar.

-Yo voy a hacer lo que se me dé la gana- comenté con una pequeña sonrisa en el rostro.

-Recuerda que habrá problemas, si no haces lo que te digo – puse cara de preocupada, aunque me estaba muriendo de la risa.

-Uhhh, qué miedo, mirá como tiemblo! – extendí mis brazos mostrándoselos. No paraba de reír, era tan divertido hacerlo enojar.

-No estoy jugando-escuché atentamente, con que amenaza ridícula, podría reírme ahora -Nada más te estoy advirtiendo, luego no me culpes si hago algo que no te guste.

No pude responderle ya que un joven apareció interrumpiendo nuestra conversación.

-Oliver, qué onda? – Ambos se saludaron, dándose un abrazo corto con unas palmadas en la espalda. Suponía que era un amigo, debía tener la misma o menos edad que Oliver, era un chico con cabello castaño claro, ojos azules con pestañas cortas, la forma de su cara era delgada y tenía marcada la mandíbula.

Lo observé completo, observé que tenía un traje negro con una camisa blanca, zapatos negros recién lustrados, un reloj simple pero lindo. Era un chico bastante apuesto, eso había que admitirlo. Era alto pero Oliver lo pasaba por un poco.

-Hey! ¿Quién es ella? – Le preguntó a Oliver, envés de mí. Comenzó a mirarme de arriba hacia abajo. Fue muy descortés ante esas acciones, me molestó.

Oliver iba a contestar su pregunta pero me adelanté.

-Mi nombre es Sabrina, soy una amiga de Oliver- extendí mi mano para que "Este chico" la estrechara – Y te doy un consejo, la próxima que yo esté presente cuando tengas una duda sobre mí, pregúntamela, porque yo tengo cuerdas vocales para poder responderte.

-Sabrina...- comenzó a sermonearme Oliver.

-No-respondí fuerte, Oliver me miró con una cara de enojo, volví a ver a su amigo- mejor tenlo en cuenta.- sonreí y pregunté- ¿Y quién eres tú? Si puedo preguntar.

-Wow – su amigo estaba muy sorprendido ante mis palabras anteriores – So...Soy Simón – extendió su mano para que se la estrechara y así hice, mirándolo a los ojos como se debe hacer, prestándole toda tu atención. No solamente es un acto de respeto sino también es una técnica para conocer quién es tu amigo y quién no.

-Un gusto- dije con una cara falsa en mi rostro.

-Me agrada, mucho tu carácter

-Sí claro, eso porque no estás con ella en la casa, es insoportable- volví a verlo, ¿esto era chiste? ¿Cuando estaba en su casa?

-¿Tú, estás en la casa? porque yo no te veo. ¿Te convertiste en el nuevo hombre invisible? O eres un fantasma- Me reí ante mi comentario y Simón me acompañó con una pequeña risa.

-Ves, insoportable.

-Tampoco seas tan exagerado, es divertida- Vi en la cara de Olive, un poco de... celos. Quería sonreír pero me detuve, reí en mi mente. ¡Esos eran celos! Tenía la mejor oportunidad, ponerlo celoso con su amigo, hacerle ver que no era de él o de nadie, pero menos de él. ¡Perfecto!

- ¿Entramos?- le pregunté a Simón.

-Por supuesto- me dio una sonrisa tierna, cedió su antebrazo para que lo acompañara- Vamos a sentarnos juntos a esa mesa ¿te parece?- me preguntó dulcemente, asentí con la cabeza confiada- ¡Perfecto! Nos vemos abajo Oliver, creo que te buscaban en la biblioteca.

Antes de irme, me giré hacia Oliver, estaba mirándome atentamente y creo que ya se había dado cuenta del plan. Lo saludé sutilmente, de forma burlona con la mano libre.

-Adiós Oliver- luego de ver su mirada de enfado, de haber logrado lo que quería, me fui con Simón.

...

Hola gente, ¿cómo va? Espero que les haya gustado este corto capítulo. Quiero disculparme por no haber actualizado tan rápido, voy a intentar actualizar hoy varios capítulos y después seguiré escribiendo ya que estos días no estuve muy activa en eso.

Chauuuu :)

El cielo en sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora